Redacción / Guanajuato, Gto.
Un juez federal vinculó este viernes a proceso al elemento de la Guardia Nacional acusado de disparar contra estudiantes de la Universidad de Guanajuato y asesinar al joven Ángel Yael Ignacio Rangel el pasado 27 de abril en la comunidad de El Copal, Irapuato.
El agente fue imputado por los delitos de homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa, ya que durante el ataque en el que murió Ángel Yael, también resultó lesionada Alejandra Carrillo, una mujer de 22 años de edad.
Sin embargo, al reanudarse este viernes la audiencia, el juez Efraín Frausto solo ordenó el auto de vinculación a proceso por los delitos de homicidio y lesiones calificadas en contra de Ángel Yael y Edith Alejandra, y no por homicidio en grado de tentativa, en contra de los otros dos estudiantes que también iban en la camioneta.
El juez defendió que el agente no sería vinculado por tentativa de homicidio en contra de dos de los pasajeros, pues no había elementos probatorios suficientes que acreditaran tal delito.
Por lo que ordenó como medida cautelar hasta dos años de prisión preventiva, así como un periodo de dos meses para dar continuidad a la investigación por parte de la Fiscalía General de la República (FGR).
El agente de la Guardia Nacional solicitó ser trasladado a otro penal debido a que en el Cereso de Puentecillas, en la capital del estado, fue blanco de cuestionamientos por personas afiliadas a una célula delictiva con las que comparte celda, además de que al ser elemento de la Guardia Nacional ha participado en varias detenciones de delincuentes y se siente en riesgo.
Su defensa solicitó que se trasladara a una prisión militar, lo cual fue denegado, aunque sí se ordenó su traslado a otra prisión.
Actualmente Edith Alejandra, la estudiante sobreviviente del ataque, continúa con protocolo de atención para su recuperación, tras presentar lesiones en la estructura muscular y en la estructura ósea producto del disparo.
Cabe recordar que durante la audiencia inicial se dio a conocer que este elemento se encontraba en el contingente que atacó a los estudiantes y en el que también había elementos del Ejército.
Los hechos ocurrieron la tarde del 27 de abril durante un operativo efectuado en la ex-Hacienda El Copal, como parte de las acciones de prevención del robo de combustible.
Cinco elementos de la Guardia señalaron al infante de Marina como la persona que disparó, versión que corroboraron cuatro estudiantes que estuvieron en el lugar de los hechos.
También existe la declaración del general a cargo del operativo, quien señaló que pudo haber dejado de disparar hasta “en cinco ocasiones”.
Sobre el hecho, los representantes de la Fiscalía General de la República expusieron que, en la descripción de los dictámenes criminalistas, fue una bala del fusil calibre 7.62 la que se dividió en dos y lesionó a Edith Alejandra en el hombro derecho y a Yael en el cráneo, lo que le quitó la vida.
De acuerdo a las declaraciones de elementos de la Guardia, no hubo una orden para que se bajaran del vehículo ni para disparar, menos aún para perseguir a los estudiantes, ya que el cuerpo de seguridad tiene prohibido realizar persecuciones.
Manifestaciones
El trágico suceso ha generado una gran inconformidad en la comunidad estudiantil que al día siguiente del crimen ha exigido justicia mediante manifestaciones en todas las sedes donde la Universidad de Guanajuato tiene campus.
El pasado martes 3 de mayo se dio la más masiva en la capital del estado, donde al menos más de 10 mil estudiantes de la UG marcharon exigiendo justicia por la muerte de Ángel Yael.