Redacción / Wellington, Nueva Zelanda
Las agencias de emergencia informaron este martes de “extensos daños” sufridos en Tonga, nación insular del Pacífico, tras la enorme explosión volcánica submarina y el tsunami que le siguió, al tiempo que se confirmaban las primeras víctimas mortales de la catástrofe.
Los primeros indicios de la magnitud de la crisis en el reino insular, prácticamente aislado, surgieron a través de los contactos telefónicos por satélite con Tonga, los vuelos de vigilancia y las imágenes por satélite, tres días después de la erupción volcánica.
El país de 100.000 habitantes se quedó sin conexión telefónica y de internet después de que el cataclismo cortara un cable submarino de comunicaciones que tardaría dos semanas en repararse. Además, la nube de cenizas impide la llegada de aviones.
Las informaciones desde ese país llegan con cuentagotas tras la erupción del volcán, causante de un tsunami por todo el océano Pacífico.
Una británica de 50 años arrastrada por el oleaje se ha convertido en la primera víctima fatal del suceso confirmada en Tonga. La familia fue informada a través de una llamada satelital.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU advirtió en la mañana del martes en Tonga de una señal de socorro en Mango, una pequeña isla de baja altitud del archipiélago habitada por 30 personas según el censo oficial.
Aviones de reconocimiento permitieron constatar “considerables daños inmobiliarios” en esta isla y en otra llamada Fonoi, sin que se pudiera establecer contacto con sus habitantes, añadió esta oficina.
Las pequeñas islas periféricas han sufrido grandes daños y un manto de ceniza que obstaculiza los esfuerzos de rescate, indicó la agencia Reuters.
La policía de Tonga comunicó a la Alta Comisión de Nueva Zelanda que la cifra de muertos confirmada es de dos, pero con las comunicaciones cortadas, el verdadero alcance de las víctimas no estaba claro.
El principal aeropuerto internacional de Tonga, Fua’amotu, no resultó dañado por la erupción y el tsunami, pero la fuerte lluvia de cenizas que cayó impide que funcione a pleno rendimiento, lo que dificulta de socorro internacional.
“La prioridad ahora será hacer llegar los suministros a Tonga, y la mayor limitación en este momento… es el aeropuerto. Todavía hay una cantidad significativa de ceniza”, dijo el ministro australiano para el Pacífico, Zed Seselja.
La erupción del sábado se sintió en lugares tan lejanos como Alaska y provocó perturbaciones en el oleaje por toda la costa del Pacífico, desde Japón hasta Estados Unidos o Chile.
Dos mexicanos atrapados
Dos biólogos mexicanos, Lesli Elisa Nava Flores y David Olaf Santillán González, están entre las decenas de miles de personas atrapadas en la nación insular del Pacífico que quedó incomunicada tras la masiva erupción.
“El sábado la embajada británica en Tonga le prestó un teléfono satelital a mi hermana para poderse comunicar con mi mamá”, le dijo a BBC Mundo Amelia Nava, hermana de Lesli Elisa.
“Mi mamá contó que fue una llamada muy muy breve. Le dijo que estaban bien, que estaban resguardados en una zona segura, pero que estaban incomunicados y pedían que por favor los apoyáramos para que pudieran salir de la isla”, agrega.
Lesli Elisa y David Olaf viven desde hace dos años en Nukuʻalofa, la capital e isla principal de Tonga.
El lunes, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México informó que ha iniciado la búsqueda de alternativas para facilitar el regreso a México de los biólogos, quienes se encuentran fuera de peligro, aunque incomunicados debido a las condiciones en las que quedó el país.
(Con información de AFP, BBC, DPA, Reuters)