Redacción / Washington, EE. UU.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este viernes cargos contra 28 miembros del cártel de Sinaloa, entre ellos los hijos del narcotraficante Joaquín ‘Chapo’ Guzmán, en el marco de una extensa investigación sobre el tráfico de fentanilo.
En un comunicado, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, destacó que las acciones van dirigidas a “la mayor y más prolífica operación de tráfico de fentanilo del mundo”, dirigida por el citado cártel y “alimentada por compañías farmacéuticas chinas”.
El Departamento de Justicia emitió las acusaciones en el distrito sur de Nueva York, el distrito norte de Illinois y el distrito de Columbia.
“Familias y comunidades alrededor de nuestro país están siendo devastadas por la pandemia de fentanilo”, aseveró el acusador.
“La crisis de fentanilo en Estados Unidos —alimentada en gran parte por el cártel de Sinaloa— amenaza nuestra salud pública, nuestra seguridad pública y nuestra seguridad nacional», sostuvo, en tanto, la fiscal general suplente, Lisa O. Monaco.
En la operación, según describió la fiscal suplente, participan precursores químicos de China, laboratorios ilícitos que producen la droga, lavanderías de dinero y redes que facilitan la distribución.
“Las acusaciones de hoy envían el claro mensaje a ‘Los Chapitos’, el cártel de Sinaloa y redes criminales de drogas alrededor del mundo de que la DEA no se detendrá con nada para proteger la seguridad nacional de Estados Unidos y la seguridad y salud del pueblo estadounidense”, agregó en tanto la titular de la Administración para el Control de Drogas (DEA), Anne Milgram.
“Saben que están envenenando y matando estadounidenses. Simplemente no les importa porque ganan miles de millones de dólares haciéndolo”, dijo Milgram refiriéndose a los hijos de Guzmán. «Su codicia es escandalosa y no tiene límites».
Los imputados son sospechosos de participar en una amplia y compleja red de fabricación y suministro de drogas. Incluyen ciudadanos chinos y guatemaltecos acusados de suministrar precursores químicos necesarios para fabricar fentanilo.
Otros son sospechosos de dirigir laboratorios de fabricación de drogas en México o acusados de proporcionar seguridad, armas y financiamiento ilícito para operaciones de narcotráfico.
10 mdd de recompensa
Las acusaciones anunciadas este viernes imputan a los cuatro hijos de Joaquín ‘Chapo’ Guzmán, antiguo dirigente de ese cartel: Iván Guzmán Salazar, de 40 años; Alfredo Guzmán Salazar (37), Joaquín Guzmán López (36) y Ovidio Guzmán López, de 33, conocidos como ‘Los Chapitos’ y que se han ganado la reputación de ser la facción más violenta y agresiva del cártel. De los tres, sólo Ovidio Guzmán López se encuentra detenido, en México.
El Departamento de Estado ofrece una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información que conduzca al arresto o la condena de Iván, Alfredo y Ovidio Guzmán, y hasta 5 millones por Joaquín.
Al detallar los cargos el viernes, Garland describió la violencia del cártel de Sinaloa y cómo sus miembros han torturado a quienes consideran sus rivales, entre ellos policías mexicanos. En algunos casos, los miembros del cártel también arrojaron a sus víctimas, algunas aún vivas, a tigres de los hijos de Guzmán, según Garland.
Ovidio Guzmán López fue detenido en enero en Culiacán, Sinaloa. Apodado ‘El Ratón’, no era de los hijos más conocidos del ‘Chapo’ hasta una operación fallida para capturarlo tres años atrás. Esta vez, México sacó con éxito a Guzmán de Culiacán. El gobierno de Estados Unidos espera actualmente la extradición de Ovidio Guzmán.
Ovidio Guzmán López y su hermano Joaquín Guzmán López presuntamente ayudaron a que el cártel de Sinaloa pasara al tráfico de metanfetaminas, produciendo cantidades enormes en grandes laboratorios. En 2018, fueron imputados en Washington con cargos de narcotráfico.
Se cree que los otros dos hijos —Jesús Alfredo Guzmán Salazar e Iván Archivaldo Guzmán Salazar— han estado dirigiendo operaciones del cártel junto con Ismael ‘El Mayo’ Zambada. También han sido acusados por las autoridades estadounidenses en Chicago y San Diego.
Según rumores, Zambada sufría problemas de salud y se había aislado en las montañas, lo que llevó a los hijos a tratar de asumir un papel más fuerte para mantener unido al cártel.
La DEA indicó que investigó el caso en 10 países: Australia, Austria, China, Colombia, Costa Rica, Grecia, Guatemala, México, Panamá y Estados Unidos.
“La muerte y la destrucción son cruciales para toda su operación”, aseveró Milgram sobre el cártel.
Las otras acusaciones
Además de los líderes del cartel, Garland apuntó que también están acusados presuntos proveedores de productos químicos, gerentes de laboratorio, traficantes de fentanilo, líderes de seguridad, financieros y traficantes de armas.
“Vamos a ir en busca de toda la red, desde los precursores, la importación hacia México, la producción, las armas, quienes lavan dinero, hasta la distribución en Estados Unidos”, añadió.
Los fiscales federales dieron a conocer tres acusaciones separadas en las que presentaron cargos contra más de dos decenas de personas que residen en México, China y Guatemala. Ocho de ellos están detenidos.
Los fiscales también acusaron a cuatro propietarios de empresas chinas que presuntamente suministran compuestos químicos al cartel.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos también impuso sanciones el viernes a dos empresas químicas con sede en China.
Garland dijo que sostuvo reuniones con sus homólogos mexicanos esta semana y trabajarán juntos para “atacar de forma continua a este enemigo” y buscar la extradición del resto de los acusados. También pidió a China que tome acciones.
“El gobierno de la República Popular China debe detener el flujo descontrolado de precursores químicos de fentanilo que salen de China”, expresó.
Las incautaciones de fentanilo por parte de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos aumentaron más de 400% desde 2019, informaron las autoridades, mientras que las de este año fiscal ya han superado el total registrado en 2022.
La mayor parte del fentanilo traficado en Estados Unidos proviene del cartel de Sinaloa, informó la DEA.
“Las familias y las comunidades de nuestro país están siendo devastadas por la epidemia de fentanilo”, dijo Garland. “Nunca olvidaremos a los responsables de esta tragedia”.
Estados Unidos se enfrenta a una crisis de opioides de efectos devastadores. Desde agosto de 2021 hasta agosto de 2022, 107.735 personas murieron por sobredosis de drogas en el país, dos tercios de ellas por opioides sintéticos, principalmente fentanilo.
(Con información de AP)