Redacción / Kiev, Ucrania
Rusia anunció el lunes un alto al fuego en varias ciudades de Ucrania a partir del martes para permitir la evacuación de civiles, tras una nueva ronda de negociaciones para encontrar una salida al conflicto bélico.
“La Federación Rusa anuncia un alto al fuego a partir de las 10h00 horas de Moscú [07h00 GMT] del 8 de marzo” para la evacuación de civiles de Kiev, así como de las ciudades de Sumy, Járkov, Chernígov y Mariúpol, indicó la célula del ministerio de Defensa ruso encargada de las operaciones humanitarias en Ucrania.
Horas antes del anuncio ruso, Ucrania destacó algunos “resultados posiivos” en relación a los corredores humanitarios, aunque Moscú dijo que no se habían cumplido las “expectativas”.
El ejército ruso ya había anunciado la suspensión temporal de ataques en algunas zonas “con fines humanitarios” y la apertura de corredores humanitarios para evacuar a civiles de Kiev, Járkov, Mariúpol y Sumy.
No a Rusia ni Bielorrusia
Sin embargo, la mitad de estos corredores se dirigían a Rusia y Bielorrusia y el gobierno ucraniano rechazó la propuesta. “No es una opción aceptable”, dijo la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereschuk.
Por su parte, el representante ruso acusó a Ucrania de impedir la evacuación de civiles de zonas de combate y de “usar [a los civiles] directa e indirectamente incluso como escudos humanos, lo que es claramente un crimen de guerra”.
Sobre el terreno, la situación no deja de agravarse. Al menos 13 personas perdieron la vida el lunes en un bombardeo contra una panadería industrial de Makariv, a unos 50 km al oeste de Kiev.
Además, la situación humanitaria se agrava día tras días, con varias ciudades asediadas en las que los víveres comienzan a escasear y de las que la población intenta salir a toda costa.
La ofensiva rusa, lanzada el 24 de febrero, llevó a más de 1,7 millones de personas a salir de Ucrania, según la ONU, y muchas más han sido desplazadas dentro del país o están atrapadas en ciudades bombardeadas por Rusia.
En una de las ciudades más desesperadas, el sitiado puerto de Mariúpol, cerca de 200.000 personas —casi la mitad de sus 430.000 habitantes— esperaban escapar de la ciudad en el sur del país, y funcionarios de la Cruz Roja se mantenían a la espera de noticias sobre el establecimiento de un corredor humanitario.
La urbe padece escasez de agua, alimentos y electricidad, y las redes de telefonía celular no funcionan. Las tiendas han sido saqueadas en un intento desesperado de los residentes por obtener productos esenciales.
Los hospitales de Mariúpol enfrentan una grave escasez de antibióticos y analgésicos, y los médicos han realizado algunos procedimientos de emergencia sin ellos.
En la capital, Kiev, soldados y voluntarios han instalado cientos de puntos de revisión con bolsas de arena, neumáticos apilados y alambre de púas para proteger a la ciudad de casi 4 millones de habitantes. Algunas de las barricadas estaban mejor hechas, con pesadas losas de concreto y costales de arena que se elevaban a una altura de más de dos pisos, mientras que otras eran más escuetas, con cientos de libros apilados como contrapeso a las hileras de neumáticos.
En Járkiv, la segunda ciudad más grande del país, con 1,4 millones de habitantes, se registraron impactos de artillería contra edificios residenciales.
En el área de Irpín, que lleva tres días sin servicios de electricidad, agua y calefacción, los vecinos vieron al menos tres tanques y dijeron que los soldados rusos estaban incautando residencias y vehículos.
A pocos kilómetros de distancia, en el pequeño poblado de Horenka, donde los proyectiles de artillería redujeron toda una zona a cenizas y vidrios rotos, los rescatistas y residentes revisaban los daños mientras las gallinas picoteaban a su alrededor.
En el sur, las fuerzas rusas continuaron su ofensiva sobre Mykolaiv, abriendo fuego contra la ciudad de medio millón de habitantes en el Mar Negro, según el ejército ucraniano. Los rescatistas indicaron que estaban apagando incendios causados por los ataques con cohetes sobre zonas residenciales.
Asedio medieval
En La Haya, Holanda, Ucrania pidió a la Corte Penal Internacional que ordene el fin de la invasión rusa, asegurando que Moscú está cometiendo una gran cantidad de crímenes de guerra.
Rusia “está recurriendo a tácticas que hacen recordar los asedios medievales, rodeando ciudades, obstaculizando las rutas de escape y castigando a la población civil con artillería pesada”, dijo Jonathan Gimblett, un miembro del equipo jurídico de Ucrania.
Rusia desdeñó los procedimientos del tribunal, dejando vacíos sus asientos en el Gran Salón de Justicia.
(Con información de AFP, AP)
viernes, noviembre 22, 2024
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