Redacción / Ciudad de México
Jorge Winckler Ortiz, exfiscal general de Veracruz, fue detenido la mañana de este lunes en Puerto Escondido, Oaxaca, luego de permanecer prófugo de la justicia durante más de dos años. La detención fue realizada por elementos de la Sedena, de la Coordinación Nacional Antisecuestro y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, confirmó la Winckler Ortiz estuvo a cargo de la Fiscalía veracruzana durante casi tres años, de 2016 a 2019, cuando fue retirado del cargo por el congreso local por no pasar sus controles de confianza.
Según indicó la Fiscalía, el exfuncionario fue arrestado en Puerto Escondido, Oaxaca por fuerzas federales.
Winckler, cuya figura ha sido tan alabada como criticada, se hizo cargo de la Fiscalía veracruzana en diciembre de 2016 cuando era gobernador el panista Miguel Ángel y estuvo en el cargo hasta septiembre de 2019, cuando ya era gobernador el actual mandatario, Cuitláhuac García, de Morena.
Poco después de ser separado del cargo por el congreso, en mayo de 2019, el gobierno de Veracruz presentó una denuncia en su contra por obstrucción a la justicia. En ella acusaba a Winckler de esconder más de 150 órdenes de aprehensión, entre ellas, algunas de delincuentes de alto impacto que, de ese modo, gozaron de impunidad.
Antes de ser separado del cargo, se le acusó de los delitos de tortura y privación ilegal de la libertad contra el exescolta del también exfiscal general de Veracruz en el gobierno de Javier Duarte, Luis Ángel Bravo, Contreras Francisco Zárate Áviña. Por ello se abrió el expediente 296/2019.
En la carpeta de investigación se involucra también al exfiscal anticorrupción, Marcos Even Torres Zamudio, el exfiscal regional zona Centro-Xalapa y el exfiscal especializado en personas desaparecidas Luis Eduardo Coronel Gamboa, todos ellos también prófugos.
Cabe señalar que Winckler Ortiz interpuso amparos contra su detención y para regresar como Fiscal General del Estado de Veracruz, éste último recientemente rechazado por parte del tribunal.
Veracruz ha sido desde hace años un estado de gran presencia del crimen organizado que permeó y corrompió a funcionarios hasta en las mayores instancias de gobierno y de las estructuras de seguridad.
Uno de sus gobernadores, Javier Duarte, mandatario de 2010 a 2016 por el Partido Revolucionario Institucional, cumple sentencia por crimen organizado y lavado de dinero. Fue detenido en 2017 y un año después se declaró culpable para reducir su condena.
Tanto el exgobernador Yunes como Winckler se jactaron de haber contribuido a la captura de Duarte aunque fue ejecutada por fuerzas federales.
A principios de 2018 su departamento inició un proceso contra varios exjefes de la Policía de Veracruz acusados de crear unidades que, entre 2013 y 2014 –con Duarte como gobernador–, emplearon tácticas de guerra sucia para secuestrar, matar y hacer desaparecer a por lo menos 15 personas, en su mayoría jóvenes, sospechosos de ser informantes de los cárteles del narcotráfico.
Su trayectoria, sin embargo, también ha estado plagada de críticos y el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha sido uno de ellos.
(Con información de AP)