Redacción / Windsor, Canadá
La policía de Canadá despejó este domingo el puente Ambassador bloqueado por opositores a las medidas contra la pandemia del coronavirus, en una operación saludada por Washington, que espera la reapertura de este paso estratégico entre Estados Unidos y Canadá, por donde circulan 400 millones de dólares en mercancías cada jornada. Las protestas, empero, seguían en el país, en particular en Ottawa.
Un fuerte contingente de policías se desplegó en los alrededores del puente en la mañana, arrestó al entre 25 y 30 manifestantes y remolcó vehículos. Si bien la ruta al puente quedó despejada, las autoridades no precisaron cuándo sería restablecida plenamente la circulación, aunque se prevé que sea este lunes. La operación, marcada por la prudencia y lentitud de la fuerza pública, había comenzado el sábado de mañana.
Por la mañana, la Policía de Windsor informó que 12 personas fueron arrestadas y que siete vehículos fueron remolcados.
Solo dos camiones y menos de una veintena de manifestantes quedaban bloqueando el acceso al puente antes de que la policía iniciara sus acciones. Poco después, había en el lugar barreras policiales y no quedaba claro cuándo el puente quedaría abierto otra vez.
El alcalde de la ciudad vecina de Windsor celebró que la “crisis económica nacional en el puente Ambassador haya finalizado hoy”, ante el alto costo financiero del bloqueo. El paso será reabierto “cuando sea seguro hacerlo”, agregó y dejó a la Policía y a los servicios fronterizos la responsabilidad de tomar esta decisión. La Policía siguió vigilando la zona por la tarde debido a la presencia cercana de manifestantes.
En una conferencia de prensa a las 4:30 p. m., la jefa de Policía de Windsor, Pam Mizuno, calificó el trabajo del día (despejar la base del puente Ambassador y gran parte de Huron Church Road) como “un gran paso en la dirección correcta”.
“Los oficiales realizaron hoy varios arrestos e incautaron vehículos de manifestantes en el área”, dijo Mizuno. “Si bien los agentes de Policía están autorizados por ley a usar la fuerza, en este momento no tengo conocimiento de ninguna lesión como resultado de ninguna interacción policial que haya ocurrido desde el inicio de la protesta”, agregó.
El número de arrestos ha aumentado a entre 25 y 30, dijo Mizuno, casi el doble de las cifras anteriores proporcionadas por la Policía después de que continuaran las protestas en Tecumseh Road la tarde de este domingo. Las personas han sido acusadas de daño criminal por la interferencia ilegal de propiedad.
Mizuno dijo que ahora la atención se centra en reabrir la carretera y el puente. “Necesitamos asegurarnos de que antes de reabrir el tráfico sea seguro hacerlo”, dijo. “Hay pasos que debemos tomar para reabrir las carreteras para que no encontremos los mismos problemas”.
Críticas a la Policía
Las manifestaciones prosiguieron en varias ciudades canadienses, entre ellas Toronto y Montreal, y otros ejes fronterizos permanecen bloqueados, en las provincias de Manitoba y Alberta. Ottawa sigue paralizada desde finales de enero. Numerosos manifestantes protestaban en el centro de la capital canadiense este domingo cuando contramanifestantes exasperados trataron de frenar uno de los convoyes que llegaban a sumarse a la movilización.
El ministro de Protección Civil, Bill Blair, se mostró muy crítico hacia la Policía de Ottawa y consideró “inexplicable” que no sea capaz de restablecer el orden. “La Policía debe hacer su trabajo y aplicar la ley en la ciudad”, declaró a la cadena CBC. También afirmó que “el gobierno federal está dispuesto a hacer todo lo necesario para retomar el control de la situación y restablecer el orden”, en una declaración que parece marcar un ligero cambio de tono por parte de las autoridades.
Blair declaró que el Gobierno podría invocar poderes de emergencia, una medida no utilizada desde 1970 y que permitiría poner a las Fuerzas Armadas en las calles del país. Consultado sobre la posibilidad de pedir al ejército contribuir a restablecer el orden, el primer ministro Justin Trudeau había declarado el viernes que sería “una solución de último, último, último recurso”.
El movimiento canadiense, que entra en su tercera semana, inició con una movilización de camioneros que protestaban contra la obligación de vacunarse para cruzar la frontera entre Canadá y Estados Unidos, pero las demandas se extendieron al rechazo a todas las medidas sanitarias e incluso al rechazo al gobierno de Trudeau.
En la capital, Ottawa, había unos 4.000 manifestantes, según la Policía. En días recientes, el descontento crecía en la ciudad debido a semanas de protestas, música sonando a todo volumen y gente acampando por el centro de la capital.
Las protestas en el puente, en Ottawa y en otras partes del país han repercutido en el exterior. Caravanas similares han surgido en Francia, Nueva Zelanda y Holanda. Las autoridades estadounidenses han advertido que protestas similares podrían ocurrir en el país.
En el extremo occidental de Norteamérica, surgió otro bloqueo; entre Surrey, Columbia Británica y Blaine, Washington.
(Con información de AFP, AP, EFE, Windsor Star)