Redacción / Al Wakrah, Qatar
El campeón del mundo mostró que no le hace falta su balón de oro, Karim Benzema y confirmó este martes que tiene recursos de sobra para aniquilar a sus oponentes.
Francia venció 4-1 a Australia en la Copa Mundial de Qatar 2022, en un partido en el que remontó un gol en contra y espantó a los fantasmas que en más de una ocasión acosaron a los campeones al debutar en los mundiales.
Los franceses, entre los favoritos al título, no quisieron que les pasara lo mismo que a los argentinos, así que se posicionaron desde temprano como líderes del Grupo D.
Australia abrió la cuenta a los nueve minutos por intermedio de Craig Goodwin, quien remató a placer un pase perfecto de la muerte de Matthew Leckie desde la derecha, luego de que el lateral izquierdo francés, Lucas Hernández, quedara tendido en el césped con visibles muestras de dolor. Hernández abandonó el campo tres minutos después para dar entrada a su hermano Theo.
A Francia le costaba tomar el control del partido, aunque lo intentaba una y otra vez, casi siempre a través de Kylian Mbappé. Sin embargo, fue el centrocampista Adrien Rabiot el que puso el empate a los 26 minutos, al rematar de cabeza un centro de Theo Hernández desde la izquierda, después de que Australia despejara un tiro de esquina.
El gol de Les Bleus golpeó a los rivales, que por momentos se perdieron en la cancha y no soportaron la presión, hasta el minuto 32, cuando Rabiot robó una pelota y cedió a Oliver Giroud, quien remató a placer para poner el 2-0. El partido tomaba entonces su cauce normal y los campeones del mundo espantaron el fantasma de las sorpresas, al menos por el momento.
Francia pudo ampliar la cuenta en el minuto 44, pero el remate de Mbappé, a dos metros de la puerta, se marchó por arriba del travesaño. Australia tuvo un respiro, incluso pudo empatar, pero el cabezazo de Jackson Irvine, dos minutos después, fue a parar al poste.
Así se fueron al descanso y antes de los cinco minutos del reinicio, Giroud estuvo a punto de ampliar la diferencia al conectar de volea un centro de Theo Hernández, que se marchó cerca del palo izquierdo, pero no fue hasta el 68 cuando llegó el 3-1 por cabezazo de Mbappé a un centro preciso de Ousmane Dembélé. La pelota fue al palo y de ahí a la red.
Apenas cuatro minutos después, Mbappé se fue por la izquierda y lanzó un centro perfecto, que no perdonó Giroud para poner el 4-1 e igualar a Thierry Henry como máximo anotador con la selección francesa. El otrora delantero del Arsenal y Barcelona marcó en 51 ocasiones en 123 encuentros, mientras el actual 9 de Les Bleus logró la misma cantidad en 114 partidos.
Giroud fue el delantero titular de la Francia campeona del mundo en Rusia 2018, sin embargo, no marcó ningún gol en siete partidos, y apenas en el primero en Qatar 2022 ya suma dos dianas.
En el resto del partido, Francia tuvo otras oportunidades, incluyendo una de Ibrahima Konate en el final del tiempo reglamentario, pero el arquero Matthew Ryan lo evitó con un paradón enorme, que evitó que el marcador se moviera de nuevo.
Los daneses no pueden con los tunecinos
Mientras que en el Estadio Ciudad de la Educación, en Rayán, las selecciones árabes están dejando huella en el primer Mundial que se disputa en Oriente Medio.
Túnez frenó el martes a Dinamarca, semifinalista de la Euro, que no pudo pasar del empate sin goles en su estreno en el Mundial, apenas tres horas después de la inesperada victoria de Arabia Saudita sobre Argentina.
Ante un estadio en el que los hinchas tunecinos eran mayoría, el país norteafricano probablemente mereció más, pero una experta atajada del arquero Kasper Schmeichel poco antes del descanso ayudó a Dinamarca a conservar las tablas.
Ya vencido sobre el césped luego de que Túnez lograse rebasar a la férrea defensa, Schmeichel levantó una mano para desviar un disparo de Issam Jebali, que juega en el Odense danés.
Fue el tipo de atajada que su padre, la leyenda del Manchester United, Peter Schmeichel, solía realizar.
El partido supuso el regreso de Christian Eriksen a un gran torneo menos de un año y medio después de sufrir una parada cardíaca en un partido de la Euro 2020 con Dinamarca.
En su posición habitual de mediapunta, Eriksen realizó un peligroso disparo a puerta desde lejos en la segunda parte que el portero tunecino, Aymen Dahmen, tuvo que desviar.
Y en el saque de esquina que siguió, el remate danés golpeó el poste. Casi al final del encuentro, y tras revisar la jugada en video, el árbitro descartó un penal por una posible mano en el área tunecina que había puesto en peligro su buen resultado.
Dinamarca ha sido una de las selecciones más críticas con la celebración del torneo en Qatar y, durante el calentamiento previo, sus jugadores vistieron camisetas negras de marga larga sobre las oficiales, de color rojo, como homenaje a los trabajadores migrantes que fallecieron construyendo la infraestructura necesaria para el mayor torneo de selecciones del mundo.
Tras unos primeros juegos con poco ambiente, el gran número de hinchas tunecinos en las gradas del estadio de la Ciudad de la Educación hizo que el equipo norteafricano se sintiera como en casa. Los aficionados cantaron, tocaron tambores e hicieron sonar bocinas cada vez que su equipo tenía el balón, y silbaban ruidosamente cada vez que la pelota llegaba a las botas de los daneses.
(Con información de AFP, AP, DPA)