Redacción / Roma, Italia
El Vaticano anunció este viernes que iniciará una investigación preliminar sobre los abusos sexuales de un prominente cardenal francés, después de que éste admitiera haberse comportado de forma “reprobable” con una niña de 14 años hace 35 años.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, dijo que se está buscando un investigador principal con la “necesaria autonomía, imparcialidad y experiencia”.
La justicia francesa ya había abierto el martes una investigación preliminar para verificar los elementos de esa “revelación”, indicó el fiscal de Marsella, quien precisó que no se ha presentado hasta ahora denuncia alguna relacionada con el exarzobispo de Burdeos, de 78 años.
El caso del cardenal Jean-Pierre Ricard, quien se retiró en 2019, provocó un nuevo sismo en la Iglesia francesa, un año después de la publicación de un informe que estimaba que unos 330.000 menores fueron víctimas de abusos cometidos por religiosos católicos entre 1950 y 2020 en Francia.
La decisión del Vaticano de seguir adelante y abrir su propia investigación mientras la investigación penal francesa estaba en marcha era inusual y sugería la gravedad del asunto para Roma.
Cardenal desde 2006, Ricard es un miembro de alta jerarquía de varias oficinas importantes del Vaticano. Lo más significativo es que es miembro con derecho a voto en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano, lo que significa que ha estado involucrado en la resolución de otros casos de abusos sexuales del clero durante años.
No se sabe si será suspendido o destituido de sus cargos de miembro del Vaticano mientras se realizan las investigaciones. Ricard dijo en su carta que se ponía a disposición de las autoridades eclesiásticas y civiles.
Al anunciar su investigación, los fiscales de Marsella dijeron que recibieron por primera vez un informe sobre Ricard en octubre por parte del obispo de Niza, que informó haber recibido una carta de los padres de la presunta víctima, indignados porque Ricard había sido nombrado por el Vaticano para un equipo que investigaba una asociación católica que gestiona hogares de acogida.
En una carta leída el lunes por el presidente de la Conferencia Episcopal francesa, Éric de Moulins-Beaufort, el exarzobispo de Burdeos confesó que se comportó “de forma reprobable con una niña de 14 años” hace 35 años, cuando era párroco en Marsella.
“Mi comportamiento necesariamente causó consecuencias graves y duraderas a esa persona”, escribió el religioso, quien anunció que se ponía a disposición de la justicia, tanto la civil como canónica, y pedía “perdón” a la víctima.
(Con información de AFP, AP, Reuters)