Ben Segram
Dramática fue la definición del Grupo H, en el que calificó Surcorea con un gol relampagueante a los 91’, obra de Hee-Chan Hwang a pase del “enmascarado” Heun Min Son, para vencer a Portugal y dejar fuera a Uruguay, que en el otro encuentro había hecho lo suyo derrotando a Ghana, lo que al final resultó insuficiente. Así que, mientras en el Education City Stadium jugadores e hinchas coreanos lloraban de felicidad, en el Al Janoub el delantero Luis Suárez soltaba inconsolable el llanto, como símbolo del fin de una generación que volvió a poner a los charrúas en los primeros planos del futbol mundial.
El errático CR 7
Parece evidente que jugar un mundial a los 37 años no es cosa fácil, aun para un crack como Cristiano Ronaldo, que si hizo un gol en el primer juego ante Ghana se debió a un regalo del VAR. Ahora, fue responsable involuntario del tanto del empate coreano, y además falló solo frente al marco en dos ocasiones. Lewandoswski, Suárez, Cavani, Bryan Ruiz, Guardado y algún otro son ejemplos de que no basta con el talento para rendir al máximo, lo que resalta aún más lo que todavía pesan en la cancha Messi y, sobre todo, Luka Modric.
Furia celeste vs. el VAR
Una vez finalizado en choque entre ghaneses y uruguayos, los charrúas se fueron encima del árbitro alemán Daniel Siebert, al considerar que se le perdonó un pénalti a los africanos en los últimos minutos del partido. Llegaron incluso a empujar al silbante y Edinson Cavani tiró con furia el monitor del VAR y rompió la pantalla, ante la mirada atónita del personal del estadio, lo que demuestra que el famoso sistema no ha terminado con las polémicas.
Cae el scratch B
El equipo alternativo brasileño dominó las acciones a lo largo de los 90 minutos de su encuentro contra Camerún, pero no tuvo claridad para anotar, por lo que, en un velocísimo contragolpe, Aboubakar -el mismo del tanto magistral contra Serbia- cabeceó un balón al rincón izquierdo de los amazónicos, antes de salir expulsado por una segunda amonestación debido a que, en el festejo por el gol, se quitó la camiseta. De cualquier forma, los africanos quedaron eliminados, pero se fueron felices por su victoria ante la verdeamarelha.
Europa vs. resto del mundo
Por vez primera en la historia, habrá representantes de todos los continentes en octavos de final: ocho europeos, dos africanos (Senegal y Marruecos), dos asiáticos (Japón y Corea del Sur), tres americanos (Argentina, Brasil y Estados Unidos) y uno de Oceanía (Australia), aunque perteneciente a la confederación asiática. Nuestros vecinos del norte tendrán la encomienda de defender el honor de la Concacaf, pues Canadá, pese a su entrega, pagó el noviciado; Costa Rica finalmente no pudo avanzar, y de México mejor ni hablamos.
Alemania, “enano del futbol”
La prensa germana no tuvo piedad tras la eliminación de la Mannschaft, así que no ahorró en epítetos para criticar el desempeño de su selección: “Debacle”, “deshonra”, “ridículo” están entre los calificativos utilizados. “Alemania cae al abismo”, tituló el Frankfurter Allgemeine, pero quien de verdad no se midió fue el diario berlinés Bild, donde se escribió que “El mundo del futbol temblaba frente a nosotros. Fuimos elogiados como un gran equipo. Pero ahora Alemania es solo un enano del futbol…”. No aguantan nada.
