Redacción / Ciudad del Vaticano
En su tradicional mensaje de Navidad en la Plaza de San Pedro, en Roma, el papa Francisco instó este domingo a “acallar las armas” en Ucrania, país golpeado por una “guerra insensata”, concepto que suele usar para referirse a esa conflagración.
Además, pidió paz en todas las regiones del mundo donde hay conflictos, en un escenario que calificó como «de Tercera Guerra Mundial”.
Al mediodía, Francisco ofreció el tradicional mensaje “Urbi et Orbi” (“a la ciudad y al mundo”, en latín) desde el balcón central de la Basílica de San Pedro del Vaticano. Decenas de miles de turistas, peregrinos y residentes de Roma llenaron la Plaza de San Pedro para escuchar al pontífice y recibir su bendición.
“Que nuestra mirada se llene de los rostros de los hermanos y hermanas ucranianos, que viven esta Navidad en la oscuridad, a la intemperie o lejos de sus hogares, a causa de la destrucción ocasionada por diez meses de guerra”, declaró Jorge Mario Bergoglio ante los fieles congregados en la famosa plaza del Vaticano.
“Que el Señor nos disponga a realizar gestos concretos de solidaridad para ayudar a quienes están sufriendo, e ilumine las mentes de quienes tienen el poder de acallar las armas y poner fin inmediatamente a esta guerra insensata”, señaló. “Lamentablemente, se prefiere escuchar otras razones, dictadas por las lógicas del mundo”, apostilló el pontífice, constatando “con dolor que crudos vientos de guerra continúan soplando sobre la humanidad”.
Francisco, el primer papa proveniente de Latinoamérica, dijo que ora porque la Navidad “inspire a todas las autoridades y a todos los pueblos de las Américas a tratar de calmar las tensiones políticas y sociales experimentadas por diversas naciones”.
Comentó que particularmente estaba pensando en Haití, el empobrecido país caribeño donde casi 100.000 personas han huido de la capital debido a la violencia, según un reporte reciente de la agencia migratoria de Naciones Unidas.
La comida como arma
Francisco lamentó “que nuestro tiempo está viviendo una grave carestía de paz también en otras regiones, en otros escenarios de esta Tercera Guerra Mundial”. Y citó a Siria, “todavía martirizada por un conflicto que pasó a segundo plano pero que no ha acabado”; Tierra Santa, “donde durante los meses pasados aumentaron la violencia y los conflictos, con muertos y heridos” e imploró para que “se retome el diálogo y la búsqueda de confianza recíproca entre israelíes y palestinos”.
También mencionó a Líbano, Sahel, Yemen, Myanmar, Afganistán e Irán, con la esperanza de que “cese todo derramamiento de sangre”.
Francisco también llamó a no usar la comida “como arma”. “Toda guerra provoca hambre y usa la comida misma como arma, impidiendo su distribución a los pueblos que ya están sufriendo. En este día, aprendiendo del Príncipe de la paz, comprometámonos todos para que la comida no sea más que un instrumento de paz”, sostuvo.
La guerra en Ucrania ha agravado la escasez, señaló, con menciones concretas a Afganistán y los países en el Cuerno de África.
Ucrania es uno de los principales productores del mundo de grano y maíz, pero el empleo de minas submarinas y un bloqueo naval ruso a puertos ucranianos desde los inicios de la guerra asfixiaron el tráfico desde los puertos ucranianos en el Mar Negro. Un acuerdo mediado por Turquía y Naciones Unidas ha tratado se resolver el problema.
(Con información de AFP, AP, EFE)