Redacción / Kiev, Ucrania
Rusia inició el jueves una invasión a gran escala en Ucrania, lanzando ataques aéreos contra ciudades y bases militares, y desplegando soldados y tanques desde tres flancos, en un asalto que podría reescribir el orden de seguridad mundial impuesto tras la Guerra Fría. El gobierno ucraniano pidió ayuda mientras los civiles abordaban trenes y vehículos para escapar del conflicto.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, dio un mensaje a la nación acerca de la situación en el país tras horas del operativo especial militar ruso.
El mandatario afirmó en sus declaraciones que supuestamente “Kiev ya ha sido invadido por grupos de sabotaje del enemigo”. Según sostuvo, 137 efectivos militares ucranianos han muerto en las últimas 24 horas, mientras otros 316 resultaron heridos.
Zelenski informó a la nación que, a pesar del apoyo de algunos países, actualmente Ucrania se encuentra sola: “Nos quedamos solos para defender el Estado”. Asimismo, subrayó que no ve “quien esté dispuesto a darle a Ucrania una garantía de unirse a la OTAN”.
“Estamos respaldados. Estoy muy agradecido con todos los Estados que ayudan a Ucrania en términos concretos. Pero en lo concreto, no en palabras”, declaró. “Pero hay un segundo punto: nos quedamos solos para defender el Estado. ¿Quién está listo para luchar con nosotros? Honestamente, no los veo. ¿Quién está dispuesto a darle a Ucrania una garantía de unirse a la OTAN? Honestamente, ¡todos tienen miedo!”, sostuvo el presidente ucraniano.
En paralelo, Zelenski señaló que no tiene miedo de abordar con Rusia el tema del estatus neutral de Ucrania, ya que los líderes europeos “no están listos” para aceptarla en la Alianza.
“Hoy hemos escuchado de Moscú que ellos quieren hablar sobre el estado neutral de Ucrania”, declaró. “Les digo a todos los socios de nuestro Estado: ahora es un momento importante, se está decidiendo el destino de nuestro país. Les pregunto: ¿están con nosotros? Responden que están con nosotros, pero no están listos para llevarnos con ellos a la Alianza”, admitió Zelenski.
“Hoy pregunté a 27 líderes europeos si Ucrania se uniría a la OTAN, pregunté directamente. Todos tienen miedo. No contestan”, lamentó, asegurando que, en cambio, Kiev “no tiene miedo a nada”.
“No tenemos miedo a defender nuestro Estado, no tenemos miedo a Rusia, no tenemos miedo a hablar de todo: sobre las garantías de seguridad para nuestro país, no tenemos miedo a hablar de un estatus neutral (ahora no estamos en la OTAN). Pero, ¿qué tipo de garantías tendremos? Y lo más importante: ¿qué países, concretamente, nos las darán?”, se preguntó el presidente de Ucrania.
“Hablar del fin de esta invasión, es necesario. Sobre el final de esta guerra, es necesario. Pero ahora el destino del país depende completamente de nuestro ejército, de nuestros héroes, de nuestras fuerzas de seguridad, de todos nuestros defensores. De nuestro pueblo, de vuestra sabiduría. Del gran apoyo de todos los amigos de nuestro país”, concluyó.
Pierden Chernóbil
Las fuerzas ucranianas trataban de repeler una andanada rusa de misiles lanzados desde tierra y mar, un ataque que un alto funcionario de defensa estadounidense describió como la primera fase de una invasión destinada a tomar centros de población clave y, en última instancia, “decapitar” al gobierno de Ucrania e instalar uno nuevo. Las autoridades ucranianas dijeron que ya habían perdido el control de la central nuclear de Chernóbil, escenario del peor desastre nuclear del mundo.
Horas después de que comenzara la invasión, las fuerzas rusas tomaron el control de la zona alrededor de la ahora inutilizada planta de Chernóbil después de una feroz batalla, dijo a The Associated Press el asesor de Zelenski, Myhailo Podolyak.
El Organismo Internacional de Energía Atómica, con sede en Viena, indicó que Ucrania le informó de la toma en Chernóbil y añadió que no habían habido “víctimas o destrucción de la instalación industrial”.
El desastre de 1986 ocurrió cuando explotó un reactor nuclear de la planta, ubicada 130 kilómetros (80 millas) al norte de Kiev, lo que arrojó nubes radioactivas a toda Europa. El reactor dañado posteriormente fue recubierto para evitar filtraciones.
“Rusia se ha embarcado en el camino del mal, pero Ucrania se está defendiendo y no renunciará a su libertad”, tuiteó el presidente Volodimir Zelenski, quien ordenó una movilización militar total con vigencia de 90 días.
Más sanciones
El presidente estadounidense Joe Biden anunció una nueva ronda de sanciones en contra de Rusia, asegurando que Putin “eligió ir a la guerra” y que su país pagará por las consecuencias de sus actos. Otras naciones también anunciaron sanciones o indicaron que lo harán a la brevedad.
Ante el temor de un ataque ruso en la capital, miles de personas se resguardaron bajo tierra al caer la noche, hacinando las estaciones del metro de Kiev.
“Nadie creía que esta guerra fuera a comenzar, y que atacarían directamente a Kiev”, dijo Anton Mironov, quien pasaba la noche en una de las viejas estaciones del metro. “Principalmente, me siento fatigado. Nada de esto parece real”.
Ambos bandos afirmaron haber destruido aviones y equipos militares de la otra parte, aunque poco de eso pudo confirmarse.
Paz destrozada
El jefe de la OTAN dijo que el “acto de guerra brutal” destrozó la paz en Europa, uniéndose a un coro de líderes mundiales que condenaron la invasión, la cual podría causar un gran número de víctimas y derrocar al gobierno elegido democráticamente de Ucrania. El conflicto sacudió los mercados financieros mundiales: las acciones se desplomaron y los precios del petróleo subieron ante las preocupaciones de que las facturas de calefacción y los precios de los alimentos se dispararán.
La condena llovió no sólo desde Estados Unidos y Europa, sino también desde Corea del Sur, Australia y más allá, y muchos gobiernos alistaban nuevas sanciones. Incluso líderes amistosos como el húngaro Viktor Orban buscaron distanciarse de Putin.
El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que su objetivo era aislar a Rusia de los mercados financieros del Reino Unido cuando anunció sanciones en respuesta a la invasión. Anunció la congelación de los activos de todos los grandes bancos rusos y planes para impedir que las empresas rusas y el Kremlin recauden dinero en los mercados británicos.
“Ahora vemos quién es en realidad, un agresor sediento de sangre que cree en las conquistas imperiales”, dijo Johnson en relación a Putin.
Las sanciones de Estados Unidos se centrarán en bancos, oligarcas y compañías estatales rusas, así como en sectores tecnológicos, dijo Biden, pero no están diseñadas para afectar a los mercados energéticos mundiales. Las exportaciones de crudo y gas ruso son fuentes de energía vital para Europa.
Zelenski hizo un llamado a Estados Unidos y a Occidente a ir más allá y sacar a los rusos del sistema SWIFT, una red financiera clave que conecta a miles de bancos de todo el mundo. La Casa Blanca se ha mostrado renuente a expulsar de inmediato a Rusia del SWIFT ante las preocupaciones de que eso pudiera desatar enormes problemas económicos en Europa y otras partes de Occidente.
Aunque algunos europeos especularon sobre la posibilidad de una nueva guerra mundial, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN no han mostrado indicios de que vayan a enviar tropas a Ucrania por temor a un conflicto de mayor escala. En su lugar, movilizaron tropas y equipamiento para reforzar los flancos de la alianza mientras Ucrania suplicaba asistencia de defensa y para la protección de su espacio aéreo.
El ejército polaco elevó su nivel de alerta, y Lituania y Moldavia se preparaban a hacer lo mismo.
Protestan rusos, los arrestan
Miles de rusos conmocionados salieron a las calles el jueves para condenar la invasión de Ucrania, mientras en redes sociales crecían los llamados a protestar.
En Moscú y otras ciudades, las autoridades actuaron rápidamente para reprimir las voces críticas. Litvinovich fue detenida frente a su casa poco después de publicar la convocatoria de protesta. OVD-Info, un grupo de derechos humanos que hace un seguimiento de las detenciones políticas, informó que, hasta el jueves por la noche, 1.745 personas habían sido detenidas en 54 ciudades, 957 de ellas en Moscú.
El Comité de Investigación de Rusia emitió una advertencia el jueves por la tarde recordándole a los rusos que las protestas no autorizadas son contrarias a la ley.
Los defensores de los derechos humanos advirtieron de una nueva ola de represión sobre la disidencia.
Cientos de mensajes condenaron las acciones más agresivas de Moscú desde la invasión soviética de Afganistán en 1979.
Una petición, iniciada por un destacado defensor de los derechos humanos, Lev Ponomavyov, reunió más de 150.000 firmas en varias horas y más de 330.000 al final del día. Más de 250 periodistas firmaron una carta abierta para denunciar la agresión. Otra fue firmada por unos 250 científicos, mientras que 194 concejales de Moscú y otras ciudades firmaron una tercera.
Varias celebridades y figuras públicas rusas, incluidas algunas que trabajan para la televisión estatal, se pronunciaron contra el ataque.
Huyen cerca de 100 mil personas
Cerca de 100.000 personas huyeron de sus hogares en Ucrania y miles buscaron refugio en el extranjero, indicó la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“No podemos aún confirmar las cifras exactas, pero está claro que hubo importantes desplazamientos al interior del país y algunos movimientos en las fronteras”, declaró a la agencia AFP una portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Shabia Mantoo.
“Pensamos que cerca de 100.000 personas huyeron ya de sus hogares y podrían haberse desplazado en el interior del país y que varios miles cruzaron las fronteras internacionales», informó Mantoo.
Filippo Grandi, alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, anunció durante el día el refuerzo de las operaciones y la capacidad de ACNUR en Ucrania y los países vecinos. También, pidió a los Gobiernos de esos países “dejar las fronteras abiertas para las personas que buscan seguridad y protección”.
(Con información de AFP, AP, EFE, Reuters, RT)