Redacción / Ankara, Turquía
Al menos tres personas murieron y más de 400 resultaron heridas durante un terremoto de magnitud 6,4 que sacudió este lunes la zona fronteriza entre Siria y Turquía, la misma que hace exactas dos semanas sufrió dos fuertes movimientos telúricos que destruyeron decenas de miles de hogares y causaron la muerte de al menos 47.000 personas en ambos países, 41.000 de ellas en Turquía, informaron las autoridades.
El terremoto del lunes tuvo su epicentro en la ciudad de Defne, en la provincia turca de Hatay, una de las regiones más afectadas por los sismos de magnitud 7,8 y 7,5 que sacudieron el país el 6 de febrero. El temblor del lunes se sintió en Siria, Jordania, Chipre, Israel, Líbano y hasta en Egipto, y le siguió un segundo temblor de magnitud 5,8.
Los primeros reportes de las autoridades turcas afirman que se trató de un sismo de magnitud 6,4. Testigos en la ciudad de Antakya reportaron daños en los edificios que permanecían en pie tras los sismos del pasado 6 de febrero, así como escenas de pánico entre quienes ahora pernoctan en tiendas de campaña.
El epicentro del sismo, el más fuerte de los miles registrados en las últimas semanas, fue localizado en el distrito de Defne, provincia de Hatay, a 2 kilómetros de profundidad, según el Centro Sismológico Europeo Mediterráneo (EMSC).

Heridos y colapso de edificios
Las autoridades presentes en las ciudades afectadas, donde seguían las labores de remoción de escombros y búsqueda de cuerpos tras los terremotos de hace dos semanas, llamaron a la población a mantener la calma. El Ayuntamiento de Defne indicó que hubo un corte de electricidad y que toda la zona está a oscuras.
“La gente está horrorizada. Veo edificios derrumbados pero creo que no había gente dentro”, dijo a la emisora HalkTV el presidente del Colegio de Arquitectos de Hatay, Mustafa Ozçelik.
Sin embargo, Lütfü Savaş, alcalde de la localidad de Antakya, a unos 25 kilómetros del epicentro, aseguró que varios edificios se desplomaron con personas en su interior, presumiblemente rescatistas, o personas que habían regresado a sus casas o que intentaban sacar sus pertenencias de los edificios dañados.
En la ciudad turca de Adana, Alejandro Malaver, un testigo presencial, comentó que la gente salió de sus casas a la calle y cargó mantas a sus coches. Malaver dijo que todo el mundo está muy asustado y que “nadie quiere volver a su casa”.
Muna Al Omar, una residente local, le dijo a Reuters que estaba en una tienda de campaña en un parque en el centro de Antakya, cuando ocurrió el terremoto.
“Pensé que la tierra se iba a partir bajo mis pies”, dijo llorando mientras sostenía a su hijo de 7 años. “¿Va a haber otra réplica?”, preguntó.
Ali Mazlum dijo que estaba buscando los cuerpos de familiares del terremoto anterior cuando ocurrió el último.
“No sabes qué hacer. Nos agarramos y justo frente a nosotros empezaron a caer las paredes. Parecía que la tierra se abría para tragarnos”, dijo.
El ministro del Interior, Suleyman Soylu, informó que tras los nuevos terremotos, los cuerpos fueron hallados en las localidades de Antakya, Defne y Samandagi. Por su parte, el ministro de Salud, Fahrettin Koca, informó que hay 294 personas lesionadas, de las cuales 18 se encuentran en estado grave, mismas que fueron trasladadas a las ciudades de Adana y Dortyol.


Mientras que en Siria
Edificios de varias ciudades en el norte de Siria se derrumbaron después del nuevo terremoto, comunicaron medios regionales. En concreto, el canal de televisión Al Jazeera informó del derrumbe de edificios en las ciudades de Jindires y Azaz, mientras otra cadena —Al Arabiya— reportó el colapso de edificios en Al Bab y Harem. Ambos medios agregan que hay heridos sin precisar el número de víctimas.
A su vez, la agencia de noticias SANA comunicó que al menos 70 personas resultaron heridas en la ciudad siria de Alepo.
La Defensa Civil Siria, un grupo de la oposición siria también conocido como Cascos Blancos, informó que más 130 personas resultaron heridas en el noroeste de Siria tras saltar de edificios o al ser golpeadas por la caída de escombros.
Los Cascos Blancos dijeron que varios edificios dañados y abandonados se derrumbaron en el noroeste de Siria sin causar heridos.
En la ciudad siria de Idlib, los asustados residentes se preparaban para dormir en parques y otros lugares públicos.
La Sociedad Médica Siria Estadounidense, que gestiona hospitales en el norte de Siria, dijo que había atendido a varios pacientes que sufrieron ataques cardiacos provocados por el miedo tras el nuevo sismo.
(Con información de AFP, AP, DPA, EFE, Reuters)