Redacción / Santos, Brasil
Tras una procesión por las calles de la ciudad de Santos, en el estado de Sao Paulo, el féretro de Edson Arantes do Nascimento, Pelé, llegó este martes al cementerio donde el tricampeón mundial con Brasil fue enterrado en una ceremonia privada.
Pelé ocupará un nicho en un mausoleo en el cementerio Memorial Necrópolis Ecuménica, que en el futuro podrá ser visitado por los aficionados al futbol, según confirmaron fuentes del camposanto.
El cortejo fúnebre se llevó a cabo después de un funeral que duró 24 horas en el estadio Vila Belmiro en Santos, lugar donde ‘O Rei’ debutó en noviembre de 1956 y marcó 288 goles en más de 200 partidos.
Más de 230.000 personas pasaron por el estadio para despedirle. Esta mañana, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su esposa, Janja, también asistieron al funeral de la leyenda del futbol.
“Era un ciudadano común. No se dejaba llevar por su brillantez y su apogeo, en los momentos de su mayor gloria, cuando conoció a la reina de Inglaterra o ganó un premio. Era él mismo cuando daba una entrevista o cuando se encontraba con un niño para hablar”, dijo Lula en una entrevista a Santos TV.
El ataúd fue descargado del camión de bomberos en el que hizo el cortejo fúnebre y llevado a hombros por ocho cadetes de la Policía Militar, vestidos de gala, hasta el interior del cementerio.
“No tengo miedo a la muerte (…) Pelé no será sepultado en el Memorial. Él es inmortal, eterno. Quien será enterrado será Edson”.
Edson Arantes do Nascimento, Pelé
La última morada
En un camión de bomberos y arropado por la multitud, el féretro recorrió durante casi cuatro horas la ciudad en la que hizo historia y donde él mismo quiso ser enterrado. Pelé nació el 23 de octubre de 1940 en la localidad brasileña de Tres Corazones, en el estado de Minas Gerais, en el sureste de Brasil.
En 1956, llegó al Santos FC y en junio de ese mismo año firmó su primer contrato con el club donde llevaría a cabo la mayor parte de su carrera deportiva. Aunque era de Minas Gerais, la familia se puso de acuerdo para permanecer en Santos.
“Nos identificamos mucho con Santos y decidimos que aquí es el lugar donde todos se quedarán para siempre y juntos. Mi abuela, mi tía María y mi padre eran mineros, pero antes de fallecer ya habían dicho que les gustaría quedarse en Santos, aunque podían optar por Minas Gerais. En fin, Santos está en mi corazón”, declaró en 2003.
‘O Rei’ compró hace 19 años, cuando tenía 62 años, un nicho en el Memorial Necrópolis Ecuménica, el cementerio vertical más alto del mundo. El espacio que adquirió se encuentra en el noveno piso, con vistas a Vila Belmiro, en honor a su padre, ‘Dondinho’, que vistió la camiseta con ese número cuando era futbolista profesional.
Sin embargo, según la prensa, el cuerpo de Pelé permanecerá en el primer piso en un mausoleo de unos 200 metros cuadrados que simula un campo de futbol y con hierba sintética.
Este cambio fue propuesto por el Memorial y aceptado por la familia, ya que existía la preocupación de cómo gestionar la logística de visitas si el cuerpo del jugador estuviese en el noveno piso.
Visitan a su madre, lo más emotivo
La llegada al cementerio puso fin al cortejo fúnebre que recorrió durante cuatro horas las principales avenidas de Santos, escoltado por una multitud de aficionados del Santos que cantaron sin cesar para despedir con honores al ‘rey’ del futbol.
El momento más emotivo del cortejo fúnebre fue cuando el camión de bomberos que transportaba los restos mortales del mítico delantero pasó por delante de la casa de la madre del astro brasileño, Celeste Arantes, que en 2022 cumplió 100 años de edad.
En ese lugar, familiares y amigos de Pelé, vieron frente a sus ojos el féretro de ‘O Rei’ desde el balcón de la residencia de Arantes, situada en el Canal 6 de Santos, donde se concentraron cientos de personas.
Los vecinos de Santos ocuparon los dos lados del canal para homenajear a su mayor ídolo y dar condolencias a la familia con cánticos del club donde Pelé pasó la mayor parte de su carrera deportiva.
Antes del cortejo fúnebre, se instaló una capilla ardiente que estuvo abierta al público durante 24 horas en el estadio Vila Belmiro, donde fueron a despedirle más de 230.000 personas, según los cálculos del Santos.
¿Y los famosos…?
No asistió al funeral ningún reconocido futbolista activo o retirado de Brasil.
“¿Dónde está Ronaldo Nazario? ¿Dónde está Kaká? ¿Dónde está Neymar?”, preguntó Claudionor Alves, de 67 años y quien trabaja en una panadería próxima al estadio.
“¿Piensan que ellos serán recordados como Pelé? Estos tipos no quisieron suspender sus vacaciones. Ése es el problema”.
Otro de los ausentes fue Jair Bolsonaro, cuya gestión como presidente concluyó el 31 de diciembre. Un día antes, partió de la capital Brasilia en un vuelo a Florida, eludiendo el deber ceremonial de entregar a Lula la banda presidencial.
Bolsonaro permanece en un complejo de condominios en las afueras de Orlando, donde se le ha visto charlar con algunos vecinos.
Geovana Sarmento, de 17 años, esperó durante tres horas en la fila para darle el adiós al cadáver de Pelé. La joven llegó junto a su padre, quien vestía una camiseta de la selección brasileña con el nombre de Pelé.
“No soy aficionada del Santos, ni mi padre lo es. Pero este jugador inventó a la selección nacional de Brasil. Fortaleció y engrandeció al Santos. ¿Cómo no respetarlo? Es una de las personas más grandes de la historia y debemos honrarla”, explicó.
En las décadas de 1960 y 1970, Pelé fue quizás el deportista más famoso del mundo. Se reunió con presidentes y monarcas, y una guerra civil en Nigeria entró en una pausa para que los combatientes pudiesen verlo jugar. Muchos brasileños consideran que colocó a su país por primera vez en el escenario mundial.
“Nunca lo vi jugar, pero amar a Pelé es una tradición que se transmite de padre a hijo en Santos. Aprendí su historia, vi sus goles y entiendo que Santos es importante porque él es importante”, relató Claudio Carrança, un vendedor de 32 años. “Sé que algunos aficionados de Santos tienen hijos que apoyan a otros equipos, pero es solo porque nunca vieron a Pelé en acción. Si lo hubieran visto, sentirían esta gratitud que siento yo ahora”.
Entre los presentes estaba Manoel María, descrito como el mejor amigo de Pelé y quien también jugó en el club.
“Si yo tuviera toda la riqueza del mundo, aun así no podría pagar lo que este hombre hizo por mí y por mi familia. Fue un gran hombre y jugador, el mejor de todos los tiempos”, indicó. “Su legado durará más que todos nosotros, y ello puede apreciarse en esta larga fila que hay aquí, con gente de todas las edades”.
Pelé falleció el pasado 29 de diciembre en un hospital particular de Sao Paulo, como consecuencia de un fallo multiorgánico derivado por el cáncer de colon que se le diagnosticó en 2021.
A lo largo de su sobresaliente carrera, Pelé llevó a Brasil a conquistar las Copas del Mundo de Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970. Sigue siendo el máximo goleador de la selección con 77 tantos, una cifra igualada por Neymar en el reciente Mundial de Qatar.
(Con información de AFP, AP, EFE)