Redacción / Ciudad de México
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el jueves que el avión presidencial fue vendido al gobierno de Tayikistán por unos 92 millones de dólares, luego de casi cinco años de intentos fallidos para venderlo.
La venta fue concretada este mismo jueves 20 de abril en una operación coordinada por Banobras, el Instituto Nacional para Devolverle al Pueblo lo Robado y la Secretaría de la Defensa Nacional, que era la dependencia a cargo de darle mantenimiento a la aeronave.
La compra la hizo el gobierno de Tayikistán a través de su comité estatal de inversión y administración de propiedades, informó Jorge Mendoza, director de Banobras.
Funcionarios de Tayikistán concretaron el trato por un precio de 1.658,684,400 pesos; es decir cerca de 92 millones de dólares, y según lo acordado, tendrán aproximadamente 10 días para llevarse el Boeing 787 a su país, precisó Mendoza.
De acuerdo con el funcionario, el precio pagado corresponde con el avalúo hecho por el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Idaabin) sobre la aeronave.
En un video grabado desde el propio TP01 y subido a redes sociales, López Obrador dijo que con la compra se construirán dos hospitales de 80 camas cada uno en Tlapa, en la región de la montaña de Guerrero, y en Tuxtepec, en los límites entre los estados de Oaxaca y Veracruz, dos de la zona más pobres del país.
“Nos quitamos un pendiente porque vaya que costó trabajo encontrar un comprador”, dijo el presidente sentado en uno de los asientos en el interior de la aeronave.
“Estamos contentos, como los nuevos ricos, que cuando se compran un yate o un avión como este y son felices solo el día que lo estrenan y el día que lo venden”, dijo López Obrador.
De acuerdo con Jorge Mendoza, además de los recursos obtenidos directamente por la compra, se generarán ahorros por 332 millones de pesos por concepto de intereses que faltaban por pagar por el avión, y todos estos recursos se transferirán al Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, a cargo de Ernesto Prieto.
En su campaña como candidato a la presidencia, López Obrador, había prometido que de ganar las elecciones vendería el TP01, al que calificó de fastuoso y símbolo del derroche del presupuesto por parte de “gobiernos neoliberales”.
Después de varios intentos fallidos de vender el avión, en algún momento incluso propuso rifarlo y organizó una venta de boletos entre empresarios y público en general que finalmente no prosperó. Otra propuesta fue que se integrara como parte de la flota para una eventual aerolínea comercial manejada por la Sedena o que fuera alquilado para fiestas, bodas o XV años.
En su mensaje, López Obrador recordó que el avión fue comprado al final de la administración de Felipe Calderón Hinojosa, cuando Enrique Peña Nieto ya era presidente electo. “Se lo compró al licenciado Peña”.
Dijo que el avión contradice la austeridad republicana y la máxima del prócer mexicano Benito Juárez de que no puede haber un gobierno rico con pueblo pobre.
“Nunca lo usamos. Me hubiese dado pena utilizar este avión”, dijo López Obrador.
“Es importante que se conozca cómo se pensaba antes, como actuaban las autoridades, como pequeños faraones y eso ya no se debe permitir. No repetir esto nunca más, es ofensivo”, afirmó.
El avión fue adquirido en 200 millones de dólares y lo utilizó el anterior presidente, Enrique Peña Nieto. La venta se dificultó debido a que el avión estaba configurado para transportar a solo 80 personas y tiene una suite presidencial completa con baño privado.
(Con información de AP)