Redacción / Ciudad de México
El presidente de la Suprema Corte de Justicia de México, Arturo Zaldívar, denunció presiones por parte del expresidente Felipe Calderón para que la muerte de 49 niños ocurrida durante el incendio de la guardería ABC quedara impune, ya que afectaba a la familia de su esposa, la actual diputada Margarita Zavala, y a otros políticos.
Al presentar su libro “10 años de derechos. Autobiografía jurisprudencial”, el ministro Arturo Zaldívar afirmó que “hoy puedo dar fe, de una operación de Estado para proteger a la familia de la esposa del presidente, para proteger a los altos funcionarios públicos de ese gobierno que hoy viene a hablar de Estado de Derecho y de autonomía y de no sé cuántas cosas, sin ninguna autoridad para decirlo”, enfatizó.
Las declaraciones de Zaldívar reviven una de las tragedias que marcaron al sexenio de Calderón (2006-2012) y que desató una conmoción nacional e internacional. El 5 de junio de 2009, la Guardería ABC, ubicada en la ciudad de Hermosillo, Sonora, se incendió y dejó un saldo de 49 niños muertos y más de 100 heridos. Tenían entre cinco meses y cinco años de edad.
En ese momento, la Corte investigó el caso y lo remitió a Zaldívar, quien llevaba apenas dos meses como ministro. Su dictamen denunció la responsabilidad de funcionarios que estaban a cargo de la operación de guarderías y a los que les imputó violaciones a los derechos humanos, pero fue rechazado por mayoría de votos.
Tuvieron que pasar siete años para que, gracias a la presión social, se condenara a 22 implicados, ninguno de ellos funcionario de primer nivel. El juicio se llevó a cabo en 2016, cuando Calderón ya estaba fuera del poder, lo que demuestra que las presiones que denunció Saldívar funcionaron porque el caso se mantuvo impune durante sus tres últimos años de Gobierno (2009-2012).
Una de las principales acusadas era Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella, prima de la entonces primera dama, quien encabezaba la sociedad anónima que manejaba la guardería, la cual ni siquiera contaba con alarmas contra incendio ni extintores, pero fue absuelta de manera anticipada.
Desde entonces, la diputada Margarita Zavala ha negado cualquier intervención de su esposo y de ella misma para proteger a su prima.

Bautizo de dolor
Zaldívar ingresó a la Corte como ministro en 2009, justo el año de la tragedia, y una década más tarde fue elegido como presidente.
“Quizá el asunto que más me ha conmovido desde que soy ministro, el que siempre he considerado más cercano y que fue mi bautizo como ministro fue el de la guardería ABC”, reconoció durante la presentación de su libro.
También advirtió que el caso pasó de inmediato a la Corte porque en ese momento supuestamente tenía facultades de investigación de violaciones de derechos fundamentales, pero en realidad nunca habían servido para nada, lo que tranquilizaba a Calderón y a sus funcionarios.
Además, el clima interno no era favorable en absoluto, ya que la mayoría de los ministros que en ese momento integraban el máximo órgano de justicia operaban a favor del presidente.
“Pensaron que yo iba a convalidar el autoritarismo de Felipe Calderón y de su gobierno. Nunca esperaron que yo presentara un proyecto como el que presenté”, dijo al recordar el fallo en el que imputaba responsabilidades al más alto nivel.
Cuando lo designaron para encabezar la investigación, señaló, lo primero que hizo fue buscar a los padres y madres de los niños fallecidos y lesionados porque hasta entonces ninguna autoridad los había recibido.
“Un día en la Corte estuve presente en una reunión que yo nunca pensé (…) se respiraba el mayor dolor que he sentido en mi vida de alguien ajeno. Las mamás y los papás se fueron presentado uno a uno, una a una, diciéndome el nombre de su niño o niña o si estaba lesionado o había fallecido”, explicó.
Las mujeres, agregó, se sentían culpables por haber dejado a sus hijos en la guardería porque trabajaban fuera del hogar, y se responsabilizaban de su muerte.
“Un papá me narró cómo durante un día fue buscando a su niña, Emilia. No la encontraba en ningún lado hasta que a la una de la mañana la encontró en un hospital, la encontró con su ropita y cuando tocaba su piel se rompía y se despegaba”, rememoró.
Presiona el presidente
En esa reunión, los familiares de la víctimas le contaron que el gobierno no había permitido que salieran aviones a Sacramento, EE.UU, en donde un hospital los esperaba para poder curar a los bebés y niños heridos.
“(Calderón) no quería que se hiciera más grande el escándalo, ni mayor alharaca con este tema. Me contaron cómo los directivos del IMSS habían alterado los expedientes médicos para no pagar lo que tenían que pagar por sus lesiones y por la situación en que habían quedado. Yo les dije que no quería hablar con sus abogados, que quería verlos a los ojos y escucharlos, me comprometí a que defendería los derechos de sus niñas y niños”, afirmó.
Zaldívar aseguró que todavía no entiende cómo pudo aguantar las lágrimas. Luego del encuentro, les dijo a sus secretarios que no daría ni un paso atrás porque el caso era una infamia que no iba a convalidar.
Una vez que tuvo el dictamen en el que denunciaba violaciones a los derechos humanos, por “lealtad institucional” le avisó al entonces secretario de Gobernación, Fernando Gómez-Mont Urueta.
“Me fue a ver a mi oficina y estuvimos platicando un buen número de horas. Según mi secretaria particular, el tono de voz iba subiendo cada vez más, hasta que terminamos a los gritos. En un momento me dice: ‘dice el presidente que no te apoyamos para esto’. Le dije: ‘dile al presidente que postuló a un ministro, no designó a un secretario de Estado, que yo no soy su empleado y no voy a llevar en mi conciencia la muerte de 49 niños’. Ahí terminó la plática”, contó.
Por la noche de ese día, firmó dos ejemplares del proyecto y le pidió a su secretaria que los guardara bajo llave, y que si a las 8:30 del día siguiente él no estaba, los diera a conocer a la prensa.
“Era tal la tensión que yo no sabía si iba a poder llegar a la Corte”, dijo al detallar el peso de la presión política que también se reflejó en los medios, que pasaron de celebrar a criticar el dictamen.
“Se dio una operación de Estado impresionante para denostar el proyecto, para denostarme a mí. Empezaron a pegar, pegar y pegar. Los pasillos de la Corte estuvieron tomados por el Poder Ejecutivo. Ahí estaban los secretarios de Estado (…) el gobierno prácticamente tomó la Corte (…) recibí varias amenazas veladas de compañeros ministros, advertencias de diferente tipo”, denunció.
Al final, la mayoría de los ministros votó en contra, como quería Calderón, salvo la actual senadora Olga Sánchez Cordero y Juan Silva Meza, expresidente de la Corte que dejó el órgano en 2014.
“Se dijeron cosas horribles estando ahí los papás y mamás, con una carencia de sensibilidad y humanidad ahí están las grabaciones, debatí prácticamente solo. Hoy puedo decir con orgullo que ganaron la votación, pero no ganaron el debate, ni ganaron el juicio de la historia”, afirmó al recordar que después de 13 años, este crimen está vigente en la memoria social.
Miente, responde Zavala
Ante la denuncia, la diputada del PAN y exprimera dama, Margarita Zavala, negó los señalamientos del ministro presidente quien el martes acusó al gobierno de Calderón de ejercer “presiones” en las resoluciones sobre el incendio de la Guardería ABC ocurrido en 2009 en Hermosillo, Sonora.
Mediante una serie de mensajes en su cuenta de Twitter, Margarita Zavala se excusó de los dichos hechos por el ministro durante la presentación de su libro “10 años de derechos. Autobiografía jurisprudencial” ante integrantes de la Escuela de Formación Judicial del Poder Judicial de la Federación.
En estos, acusó al ministro Zaldívar de mentir sobre que ninguna autoridad en el gobierno de su esposo buscó a los padres de las víctimas del incendio en la estancia infantil en la que murieron 49 niños.
“@FelipeCalderon desde el día siguiente de la tragedia (y yo) tuvimos varios encuentros en Hermosillo y en la CDMX.También tuvieron pláticas con autoridades del IMSS y de Salud”, escribió.
En referencia a las declaraciones del presidente de la Suprema Corte sobre la supuesta “operación de Estado para proteger a la familia de la esposa del presidente (Calderón), Margarita Zavala aseguró que esto también era falso, pues, según dijo, “fue el propio gobierno federal el que denunció y obtuvo órdenes de aprehensión”, incluso contra una familiar suya.
Asimismo aseguró que, en su momento acompañó los esfuerzos del decreto en el que se otorgaron becas, pensiones, tratamiento, seguridad social, apoyo psicológico a las víctimas y aseguró que a día de hoy sigue en contacto con algunas de las madres de los menores.
“A las que nunca he utilizado porque al dolor cuando se toca debe ser sólo para sanarlo y no para utilizarlo”, dijo.
Finalmente, Margarita Zavala criticó que todo lo dicho por el ministro en la presentación de su libro no está incluido en el contenido de éste y que sólamente se le “ocurrió contarles una historia” durante el evento.
“Ya no tenga ocurrencias señor @ArturoZaldivarL y concéntrese en su trabajo que es la justicia en México y que poco ha hecho por ella en estos años”, sentenció.
(Con información de El Universal, RT)