Redacción / Huanímaro, Gto.
El gobierno del estado a través de la Comisión Estatal del Agua (CEAG) inició un estudio geofísico mediante sondeos electromagnéticos para determinar la profundidad y continuidad de las fracturas identificadas en la localidad de Copales del municipio de Huanímaro, para definir el nivel de riesgo y determinar las acciones necesarias.
Se estima que en 2 semanas se obtengan los resultados de dicho estudio, a través del cual también se definirá la pertinencia para realizar evaluación a la infraestructura hidráulica, sanitaria y calidad del agua de la localidad.
Es importante mencionar que actualmente personal de Seguridad Pública del Estado a través de la Coordinación Estatal de Protección Civil y del Ejército Mexicano, realizan recorridos en la localidad para determinar los daños estructurales en viviendas y calles.Lo anterior para salvaguardar el bienestar de la población y mantener informadas a las autoridades locales, ante alguna contingencia.
La comunidad de Copales se encuentra a 8 km al Oeste de la cabecera municipal de Huanímaro, y cuenta con una población aproximada de 386 habitantes.
Cerca de la localidad se encuentra un bordo para almacenamiento de agua que se emplea en el riego agrícola, el cual presenta una fractura y daños en su estructura, por lo que la CEAG ha realizado recorridos en dicha infraestructura para conocer la ubicación y dirección de dicho fracturamiento en la zona.
Esta fractura propició que el agua almacenada en el bordo se infiltrara directamente en el acuífero.
La CEAG desde el año 2017 a la fecha ha realizado distintas obras hidráulicas, las cuales destacan: perforación de pozo, línea de conducción, tanque elevado con capacidad de 50 m3, redes de distribución y tomas domiciliarias en la localidad de Copales, para llevar el suministro de agua potable a los habitantes y mejorar su calidad de vida.
¿Qué pasó?
El martes y miércoles pasado, una serie de movimientos y estruendos afectó calles, viviendas, abrió la tierra en campos de cultivo y tronó la presa. Los temblores comenzaron a las 6:00 de la mañana del martes y continuaron el miércoles cuando un movimiento telúrico de alto impacto provocó una grieta de un kilómetro de largo y hasta 30 centímetros de ancho en el bordo de la presa que se encontraba a su máximo nivel.
Las 150 viviendas de la comunidad se quedaron deshabitadas. Hasta ahora se han identificado siete casas con daños estructurales, grietas en tres calles asfaltadas y tierras de cultivo.