Redacción / Lima, Perú
Las protestas en Perú contra la presidenta Dina Boluarte, sucesora del destituido Pedro Castillo, se reactivaron este miércoles tras una pausa por las fiestas de fin de año, con bloqueos de carreteras y manifestaciones en varias regiones. Organizaciones sociales de Arequipa, Puno, Cusco, Apurímac, Moquegua, Madre de Dios y Ayacucho anunciaron huelga indefinida.
El gobierno anticipó la semana pasada el reinicio desde este 4 de enero de las movilizaciones que exigen la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso y la convocatoria inmediata a elecciones.
“Existen diez puntos de bloqueo, especialmente en Puno” (sureste), dijo a periodistas el jefe del gabinete de ministros, Alberto Otárola, tras la instalación en Lima de un centro de monitoreo y control de crisis.
En Arequipa (sur), la Policía intentaba desbloquear vías utilizando gases lacrimógenos para dispersar a decenas de manifestantes. Los bloqueos con piedras y quema de neumáticos también ocurrían en vías de las regiones de Junín (centro) y Puno, Cusco y Apurímac (sureste).
Los edificios públicos y aeropuertos en las regiones donde se anunciaron protestas amanecieron resguardados por policías y militares, estos últimos autorizados a intervenir tras la declaratoria de un estado de emergencia a mediados de diciembre.
Desde Lima, Boluarte pidió el cese de la violencia, advirtiendo que genera “retraso, dolor, pérdidas económicas”.
“Llamo a la paz, a la calma, a la unidad para impulsar el desarrollo de la patria”, afirmó.
En un intento por aplacar las demandas, en diciembre el Parlamento adelantó los comicios de 2026 a abril de 2024. Pero Milan Knezvich, presidente del Frente de Lucha de la ciudad de Abancay, en Apurímac, aseguró que las protestas continuarán.
“Nadie va a querer dialogar con ella. Mientras la señora Dina Boluarte no renuncie esto va a seguir”, dijo a radio Exitosa.
En su calidad de vicepresidenta, Boluarte sustituyó a Castillo, quien el 7 de diciembre de 2022 intentó sin éxito dar un ‘golpe de Estado’. Fue destituido por el Congreso y luego detenido para ser investigado por rebelión.
Tras la caída de Castillo, un maestro rural de izquierda, se desataron violentas protestas en el centro y sur del país, donde el exgobernante tiene apoyo. Las manifestaciones han dejado un saldo de 28 fallecidos y más de 600 heridos.
Castillo se encuentra actualmente en prisión preventiva y está recluido en el penal de Barbadillo, situado en el distrito limeño de Ate, donde también está el expresidente Alberto Fujimori.
(Con información de AFP, EFE)