Récord con mancha

Ben Segram

Como se esperaba, Cristiano Ronaldo se convirtió en el -hasta ahora- único jugador que ha anotado en cinco copas del mundo, gracias al pénalti que cobró ante Ghana. Peeero… lo malo es que ese tiro de castigo fue un regalo del árbitro Ismail Elfath, quien se dejó engañar por el clavado que se aventó el crack portugués. ¿Y el VAR? Bien gracias. Nadie sabe por qué unas veces interviene y otras no. Ya lo decía: las súper estrellas pesan.

Payasos sin rodeo

Los mexicanos que andan de paseo en tierras cataríes aprovechan cada momento para crear situaciones que tengan cabida en Tik Tok, Instagram o cualquier plataforma afín. Así que se les ocurrió enseñar a algunos árabes a bailar las conocidísimas coreografías de No rompas más y Payaso de rodeo, sin pensar en que sus inocentes víctimas tendrían que ejecutar los giros y movimientos de ambas melodías con todo y sus largas túnicas, aunque debe reconocerse que no se amilanaron y resultaron alumnos obedientes y aplicados.

La cara sucia

Muy distinto y vergonzoso fue el espectáculo que ofrecieron otros mexicanos y un grupo de argentinos, liándose a golpes en batalla campal y sin límite de tiempo, convirtiendo en improvisado ring una avenida catarí, una bochornosa imagen que observaron cientos de paseantes y millones de personas más a través de las redes sociales. Energúmenos que deberían ser expulsados de la sede mundialista, pero a través del desierto y a patín.

Nipones ejemplares

Radicalmente distinta es la actitud que muestran, después de cada partido, los aficionados japoneses, que en lugar de irse a celebrar se quedan a recoger la basura que otros inconscientes dejan. Tal parece que siempre cargan una bolsa a propósito. Levantan, calmada y cuidadosamente, botellas y vasos de plástico, papeles y demás desechos de las gradas y debajo de los asientos. Tal vez su equipo no gane la Copa, pero son indiscutibles campeones de la disciplina, el orden y la limpieza.

Golazo

Le costó trabajo a Brasil abrir el ostión serbio, pero al final lo consiguió con dos goles de su joven centro delantero Richarlison, el segundo de ellos un impresionante alarde de técnica individual que revivió la magia del futbol amazónico, lo que hace concebir esperanzas de que el scratch du oro recupere la memoria perdida y voltee a esos orígenes de estilo y calidad que lo hicieron grande y le permitieron ganar los cinco títulos que posee.