Redacción / Moscú, Rusia
El presidente ruso, Vladimir Putin, suspendió la participación rusa en el último tratado de control de armas nucleares firmado con Estados Unidos.
Al hacer el anuncio, este martes durante su discurso sobre el estado de la nación, Putin matizó que “Rusia no abandona, sino que sólo suspende” el cumplimiento del tratado que expira en 2026, de lo que culpó a Estados Unidos.
“Me veo obligado a anunciar hoy que Rusia suspende su participación en el tratado sobre armas estratégicas ofensivas”, afirmó sobre el acuerdo Nuevo START o START III (Tratado de reducción de armas estratégicas, en sus siglas en inglés) acordado por los dos países en 2010.
En su discurso sobre el estado de la nación, Putin afirmó que Rusia debería prepararse para reanudar los ensayos de armas nucleares si lo hace Estados Unidos, una acción que pondría fin a la veda global a las pruebas nucleares vigente desde la Guerra Fría.
“Por supuesto, no seremos los primeros en hacerlo (…). Nadie debe albergar la peligrosa ilusión de que la paridad global estratégica puede ser destruida”, comentó.
Al explicar su decisión de suspender las obligaciones de Rusia según el Nuevo START de 2010, Putin acusó a Estados Unidos y sus aliados de la OTAN de declarar abiertamente el objetivo de derrotar a Rusia en Ucrania.
Tachó de “teatro del absurdo” la declaración en la que la OTAN demandó a Rusia que cumpla dicho tratado, lo que incluye las inspecciones de sus instalaciones nucleares.
Al respecto, abogó por que la Alianza Atlántica se convierta en parte del tratado, ya que, recordó, países como el Reino Unido y Francia también cuentan con arsenales nucleares.
En noviembre de 2022 ambos países iban reanudar el diálogo estratégico en El Cairo, pero Rusia decidió a última hora posponerlo indefinidamente por la “falta de disposición” de Washington a tener en cuenta las prioridades rusas.
Estados Unidos suspendió el diálogo sobre el control de armas tras la intervención bélica de Rusia en Ucrania.
Rusia a su vez informó en agosto a Washington de su decisión de prohibir las inspecciones estadounidenses in situ de su arsenal de armas nucleares, al alegar dificultades para hacer lo propio en EE. UU. debido a las sanciones occidentales relativas a los permisos de sobrevuelo y concesión de visados a funcionarios rusos.
En febrero de 2021, Putin y Joe Biden, prorrogaron cinco años el último tratado de desarme nuclear vigente entre ambas potencias, que había sido firmado en 2010.
Las disposiciones clave
Según el tratado, que es el último acuerdo de control de armas nucleares que queda entre EE.UU. y Rusia, las dos partes se comprometen a reducir sus fuerzas nucleares hasta:
* Reducir en un 30% el número de cabezas nucleares, hasta 1.550 por país.
* Limitar a 700 el número de misiles balísticos intercontinentales, el de los desplegados en submarinos y bombarderos estratégicos equipados para armamento nuclear.
* Reducir a 800 el de lanzaderas para misiles intercontinentales, lanzaderas submarinas para misiles balísticos y bombarderos estratégicos equipados para armamento nuclear, estén desplegados o no.
El acuerdo en cuestión contempla el monitoreo mutuo de los arsenales nucleares por parte de Washington y Moscú. Además, el tratado prevé la prohibición del despliegue de armas estratégicas fuera del territorio nacional de cada país.
Reaccionan EE.UU., OTAN, ONU
Tras el anuncio, los líderes occidentales criticaronn a Moscú por suspender su participación en el START III.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, señaló que el anuncio era “profundamente desafortunado e irresponsable”, añadiendo que Washington estará “observando atentamente para ver qué hace realmente Rusia”.
“Por supuesto, nos aseguraremos de que, en cualquier caso, estemos en una postura adecuada para la seguridad de nuestro propio país y la de nuestros aliados”, agregó Blinken, pero dijo que Estados Unidos está dispuesto “a hablar sobre limitaciones de armas estratégicas en cualquier momento con Rusia, independientemente de cualquier otra cosa que suceda en el mundo o en nuestra relación”.
“Creo que es importante que sigamos actuando de manera responsable en este tema”, subrayó Blinken a los periodistas en una visita a Grecia. “También es algo que el resto del mundo espera de nosotros”, añadió.
Por su parte, la OTAN lamenta la decisión ya que esto desmantelará toda la arquitectura de control de armas, aseguró en una rueda de prensa en Bruselas el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg.
“Lamento la decisión de Rusia de suspender su participación en el nuevo tratado sobre medidas para reducir y limitar aún más las armas estratégicas ofensivas. (…) Insto enérgicamente a Rusia a reconsiderar su decisión”, dijo el jefe del bloque militar.
A su vez, el secretario general de la ONU, António Guterres, cree que Rusia y EE.UU. deberían reanudar de inmediato la plena implementación del Nuevo START, afirmó el portavoz Stéphane Dujarric.
“La posición del secretario general siempre ha sido clara: EE.UU. y la Federación de Rusia deben reanudar la implementación total del nuevo Tratado START sin demora, porque un mundo sin control de armas nucleares es un mundo mucho más peligroso e inestable, con consecuencias potencialmente catastróficas”, destacó Dujarric.
En tanto, los cancilleres del Grupo de los Siete (G7) condenaron en un comunicado conjunto lo que calificaron de “retórica nuclear irresponsable” de Rusia.
“Reiteramos nuestra condena a la retórica nuclear irresponsable de Rusia. No nos distraerá ni disuadirá de apoyar a Ucrania durante el tiempo que sea necesario”, reza la declaración emitida por los ministros de Exteriores de Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y el Reino Unido.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, declaró que la decisión de Rusia destruye el sistema de la seguridad internacional.
“La decisión que Rusia tomó sobre el START destruye el sistema de seguridad internacional creado después de la guerra fría. Tras esta decisión, necesitamos pensar en nuevas medidas en la seguridad internacional”, dijo Borrell al término de las negociaciones con el ministro de Exteriores de Ucrania y el secretario general de la OTAN en Bruselas.
Culpa a Occidente por la guerra
Durante su discurso a la nación de casi dos horas de duración retransmitido en directo, Putin repitió una y otra vez que la culpa de la guerra en Ucrania es de Occidente.
“Quiero repetirlo: son ellos los culpables de la guerra, y nosotros estamos usando la fuerza para detenerla”, declaró Putin entre grandes aplausos, acusando a Occidente de ampliar la alianza defensiva de la OTAN.
“No tienen en cuenta los sacrificios humanos ni las tragedias… Deben seguir robando a todo el mundo, disfrazándose con eslóganes de democracia y libertad”, indicó.
En este punto, acusó a Occidente de “abrir el camino” para que los nazis tomaran el poder en la década de 1930, y afirmó que desde el siglo XIX Occidente ha intentado arrebatar a Rusia sus “tierras históricas”, “lo que ahora se llama Ucrania”.
“Todo se repite”, dijo Putin y añadió que Occidente financió la revolución de 2014 en Ucrania que derrocó a un gobierno prorruso. Según él, esto “dio lugar a la rusofobia, al nacionalismo extremo”.
Agregó que Rusia había hecho todo lo posible para evitar la guerra pero que Ucrania, respaldada por Occidente, había estado planeando atacar Crimea, controlada por Rusia, anexionada por Rusia en 2014.
Putin declaró que el objetivo de Occidente es “dirigir la agresión hacia el Este y eliminar la competencia” y aseguró que Occidente quiere convertir un conflicto local en un conflicto global algo contra lo que reaccionarán “en consecuencia”.
“Ucrania y Donbás se han convertido en un símbolo de la mentira total”, agregó.
(Con información de AFP, AP, EFE)