Redacción / Ciudad de México
La mayoría de la Cámara de Diputados aprobó este sábado la iniciativa para que la Guardia Nacional sea transferida de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) a la Defensa Nacional (Sedena).
La reforma legislativa pasará ahora a discusión del Senado para su aprobación final.
Tras una sesión maratónica, que extendió por más de 12 horas, los diputados Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus partidos aliados lograron la aprobación, con 264 votos a favor y 212 en contra y una abstención, de la reforma de tres leyes que permiten a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) asumir el control operativo de la Guardia Nacional, que desde su creación en 2019 era manejada por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Cambios avalados
La iniciativa incluyó modificaciones a las leyes de la Administración Pública Federal, de la Guardia Nacional, del Ejército y de la Marina, así como en la legislación relacionada con los ascensos en las Fuerzas Armadas.
En particular, el proyecto estableció que la Sedena tendrá a su cargo “el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional”.
Asimismo, los cambios avalados establecen que la Guardia Nacional podrá “auxiliar a la Fuerza Armada permanente en el ejercicio de sus misiones, cuando así lo disponga la persona titular del Poder Ejecutivo Federal”.
Pese a que la Guardia Nacional fue instaurada como una institución parcialmente civil, la iniciativa avala que el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional tiene entre sus facultades “ejercer el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional en el marco de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública”.
Asimismo, la Sedena estará encargada de “elaborar los programas operativos y estrategias de la Guardia Nacional”, así como de “organizar la distribución territorial” de la mencionada institución.
Por otra parte, el proyecto oficialista estableció que el personal militar asignado a la Guardia Nacional “continuará sujeto a la jurisdicción militar respecto de los delitos especificados en el Libro Segundo del Código de Justicia Militar que atenten contra la jerarquía y la autoridad”.
(Con información de AP)