Redacción / Ciudad de México
La Suprema Corte de Justicia de México invalidó el jueves la segunda parte de la controversial reforma electoral que el presidente Andrés Manuel López Obrador abanderó desde el año pasado, lo que termina de enterrar el proyecto y supone un nuevo revés en los planes del gobierno mexicano de reestructurar el Instituto Nacional Electoral.
La decisión de la corte, por la que se prevé un nuevo rebrote de las tensiones entre el ejecutivo y el Poder Judicial, llega un mes después de que el mismo ente anulara la primera parte de la reforma. Con ambas resoluciones, queda anulada la pretendida reducción de estructura y de facultades del organismo que rige las elecciones en México.
Con nueve votos a favor y dos en contra, los ministros aprobaron el proyecto del ministro Javier Laynez que proponía la suspensión total del Plan B, que en mayo de 2023 fue descartado parcialmente, también por el Máximo Tribunal mexicano.
Según el proyecto, la invalidación procede porque “se dieron violaciones graves al procedimiento legislativo”, entre ellas, que la versión de la reforma publicada en la Gaceta Parlamentaria es diferente a la que se votó en la Cámara de Diputados, además de que se omitieron modificaciones que se habían votado también en el Senado de la República.
“El cúmulo de irregularidades al procedimiento legislativo impidieron el debate democrático y vulneraron prohibiciones absolutas. Por consiguiente, se debe declarar la invalidez del decreto impugnado en su totalidad”, se lee en el proyecto aprobado por la SCJN.
La reforma electoral conocida como Plan B fue una iniciativa enviada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, luego del rechazo de una primera reforma que, entre otras cosas, proponía cambios estructurales en el Instituto Nacional Electoral (INE).
Entre los cambios que sugería el Plan B estaba recortar el presupuesto del INE, modificar su estructura y la de los institutos locales, al igual que la del Tribunal Electoral, eliminación de ocho de 10 plazas del Servicio Profesional Electoral, y una cláusula de vida eterna que le permitiría a los partidos políticos mantener el registro aún sin alcanzar el porcentaje de votos mínimo que se estipula en la Constitución.
El Plan B fue rechazado e impugnado ante la SCJN por la oposición mexicana y originó la protesta en defensa del INE en la Ciudad de México, del pasado 13 de noviembre. En respuesta, López Obrador convocó una marcha el 27 de noviembre para responder a la primera movilización.
Previo a la discusión de la SCJN, López Obrador criticó a los ministros de la Corte por rechazar su reforma y los acusó de interferir en las labores del Congreso.
“Considero que es una invasión, una intromisión al Poder Legislativo, le van a corregir la plana al Poder Legislativo, ya convertido en el supremo poder conservador, ¿no? En defensa de la minoría conservadora. Están argumentando que la ley no se discutió en el Congreso, no se discutió lo suficiente, cuando sí se discutió, y además el bloque conservador en el Congreso no quiso participar en nada”, acusó el presidente.
En mayo, tras el rechazo parcial del Plan B, López Obrador anunció el llamado Plan C, el cual consiste en hacer un llamado al voto masivo en las elecciones de 2024 para que el partido oficialista, Morena, tenga la mayoría necesaria en el Congreso de la Unión que le permita hacer modificaciones constitucionales, sin necesitar el apoyo de los partidos de oposición.
(Con información de AP)

AMLO acusó esta semana a los ministros de la Corte de estar alineados con el “bloque conservador”. Afirmó que el Poder Judicial mexicano está “al servicio de una minoría” y que “no se imparte justicia tomando como actor principal al pueblo; es un poder al servicio de una élite política y económica”. (Foto: Presidencia de la República).