Redacción / Doha, Qatar
Sin brazalete multicolor pero sí con goles, la selección de Inglaterra goleó con mucha comodidad a una endeble Irán y mostró sus cartas de favorita en la cuestionada Copa del Mundo de Qatar 2022.
El arranque estuvo lleno de mensajes políticos, a pesar de estar prohibidos por el reglamento de la FIFA.
Comenzaron los iraníes: en los actos de protocolo se negaron a cantar su himno nacional como claro signo de apoyo a las protestas que ocurren en Irán contra el gobierno; mientras que los jugadores ingleses se arrodillaron como lo vienen haciendo en la Premier League para protestar por los abusos raciales alrededor del mundo.
Tras todo esta carga de emociones, el partido comenzó y fue favorable con las predicciones: Inglaterra va en serio en el Mundial.
La selección inglesa aplastó este lunes 6-2 a Irán, una auténtica exhibición de pegada que tuvo como principales protagonistas a su última generación de futbolistas.
De la mano de un doblete de Bukayo Saka, los ingleses pisaron fuerte en su estreno en el Grupo B. Jude Bellingham se encargó de abrir la cuenta en el estadio Jalifa, mientras que Raheem Sterling, Jack Grealish y Marcus Rashford aportaron los otros tantos.
Harry Kane saltó a la cancha con un brazalete negro con la frase “No discriminación” unas horas después de que las siete selecciones europeas descartaron portar el de la campaña antidiscriminación “One Love”, que incluía un corazón multicolor, luego de que la FIFA amenazó con mostrar una tarjeta amarilla a los capitanes.
Inglaterra acosó desde el inicio la meta del arquero Ali Beiranvand, que en uno de esos lances quedó noqueado tras el choque con un compañero y tuvo que ser sustituido. El largo parón para atenderlo sobre el césped cortó el ritmo del encuentro, pero los de Gareth Southgate necesitaron apenas 10 minutos para dejar encarrilado el encuentro.
En su debut mundialista, a los 19 años, Bellingham se estrenó además como goleador al coronar una jugada que partió del centro de campo con un remate de cabeza a pase de Kane, que brilló como asistente, contra el que el portero suplente Hossein Hosseini.
Saka, uno de los más activos en el ataque inglés, obtuvo su premio con un potente remate desde el extremo del área en el rechace de un saque de esquina que batió al arquero iraní por la derecha a los 43 minutos.
Ante un rival aturdido, Raheem Sterling volvió a remecer las mallas de Hosseini en el tiempo añadido al coronar un contragolpe que comenzó en el centro del campo, tras ser habilitado por Kane desde la derecha.
Tras el descanso, Saka completó su doblete luego de adentrarse en el área por la derecha y regatear a varios rivales sin oposición a los 62 minutos.
En una de sus pocas ocasiones, los iraníes aprovecharon un inusual momento de descoordinación en la zaga inglesa para descontar tres minutos después, con un remate de Mehdi Taremi que el arquero Jordan Pickford no pudo neutralizar a tiempo.
Marcus Rashford cortó de inmediato cualquier esperanza que pudiese albergar el equipo del seleccionador portugués Carlos Queiroz y Jack Grealish dio la estocada definitiva con un remate a puerta vacía.
Saka y Rashford fallaron sus remates en la derrota por penales ante Italia en la final del Campeonato Europeo, y ambos fueron víctimas de insultos racistas.
“Es un momento que me ha acompañado y me acompañará siempre”, indicó Saka, quien entonces tenía solo 19 años. “Pero estoy muy bendecido y agradecido por tener al cuerpo técnico, no solo aquí con Inglaterra sino también en el Arsenal”.
“Mis amigos y mi familia me abrazaron, junto con mis compañeros, y la nación me respaldó para ayudarme a regresar a un buen lugar”, añadió Saka, quien fue elegido el mejor jugador del partido.
Taremi maquilló un poco la goleada en los últimos instantes al anotar de penal luego de una jugada revisada por el videoarbitraje.

La protesta
Los once jugadores de Irán se abstuvieron de cantar el himno nacional del país (que es un canto alabatorio a la Revolución Islámica de 1979), que vive, desde hace dos meses, una ola de protestas contra el estricto régimen iraní, y que de acuerdo a algunos organismos internacionales, ha dejado un saldo de cerca de 400 personas muertas.
Así, los jugadores efectuaron una protesta donde escucharon abrazados el himno, además de no celebrar sus goles.
Por su parte, Queiroz pidió a los aficionados que respalden al equipo tras los aparentes abucheos al himno y trató de evitar las críticas a sus jugadores por cuestiones extradeportivas.
“Solo son futbolistas. Tienen un sueño: jugar al futbol. No es culpa suya que el Mundial ocurra en este momento”, dijo. “La moraleja es: dejad que jueguen al futbol. Quieren representar al país, representar al pueblo”.
Durante la semana, el capitán del equipo, Alireza Jahanbakhsh, declaró que el vestuario decidiría “colectivamente” si cantar o no el himno como señal de apoyo a las manifestaciones que sacuden Irán.
Irán está sumido en una oleada de protestas desde el fallecimiento el 16 de septiembre de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años detenida por violar el estricto código de vestimenta que obliga a las mujeres a llevar el velo en público.
Las protestas, que se han extendido a todo el país convertidas en una de las amenazas más graves a la teocracia gobernante desde los caóticos años que siguieron a la fundación de la República Islámica, estuvieron presentes en la grada. Su lema, “Woman, Life, Freedom” (“Mujer, Vida, Libertad”), pudo verse en algunos carteles y en una bandera gigante desplegada en dos ocasiones en la grada iraní.
Para algunas iraníes, que tienen prohibido acudir a partidos de futbol masculino en su país, fue también una valiosa primera oportunidad para ver a su selección en vivo. Afsani, de 34 años, dijo que lloró cuando entró al estadio. “¿Sabe lo doloroso que es ser la mayor aficionada al futbol y no poder haber ido nunca a un juego en 34 años?”, afirmó.
Varios deportistas iraníes de otras disciplinas han elegido no cantar el himno o no celebrar sus victorias en apoyo a los manifestantes.
La propia selección iraní ya había rechazado cantar el himno durante la previa de un amistoso de preparación en Austria contra Senegal (1-1) el pasado 27 de septiembre.
(Con información de AFP, AP, DPA)