Redacción / Ciudad de México
El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó este lunes que sus hijos influyan en su gobierno, luego de que el mayor de ellos fuera exhibido viviendo en una mansión en Houston, Texas.
“En este gobierno no tienen influencia mis hijos, no se le da contrato a ningún recomendado”, dijo el mandatario durante su habitual rueda de prensa matutina.
Sin negar la información, el presidente se refirió a la publicación de Latinus y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), que descubrieron que José Ramón López Beltrán y su pareja, Carolyn Adams, han ocupado dos residencias al norte de Houston, cada una valorada en cerca de 1 millón de dólares.
Tras vivir en la mansión del directivo de Baker Hughes, contratista de Petróleos Mexicanos (Pemex), López Beltrán se mudó a una residencia nueva en el condado de Harris, que está a nombre de su pareja, Carolyn Adams, según MCCI.
López Beltrán está casado con Carolyn Adams, quien según versiones de la prensa mexicana labora en la industria petrolera.
Contra los lujos y el derroche
El pasado viernes, los medios Latinus y Mexicanos Contra la Corrupción publicaron un reportaje en el que “denuncian” que López Beltrán y su esposa, Carolyn Adams, han vivido en dos propiedades en Houston, una valuada en un millón de dólares y otra en 371.000 dólares, además de que usan una camioneta de 68.000 dólares.
Aunque no hay ninguna sospecha de corrupción, ni de delito alguno, la investigación señaló que el estilo de vida de López Beltrán contradice la austeridad que pregona López Obrador, quien desde que estaba en campaña fustigaba a funcionarios de otros gobiernos acusando que vivían con lujos y derroche.
López Obrador advirtió que quisieron comparar esta historia con la de la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto, que sí fue uno de los mayores escándalos de corrupción del expresidente y de su entonces esposa, Angélica Rivera, ya que le compraron a un contratista del gobierno una casa de la Ciudad de México valuada en siete millones de dólares.
“Por eso, nada más decir, primero, que en este gobierno no tienen influencia mis hijos, no se les dan contratos a ningún recomendado. En el asunto del matrimonio ahí está complicado meterse. Ellos se casaron y al parecer la señora tiene dinero, pero no tiene nada que ver con el gobierno, no somos iguales”, señaló.
También calificó a Loret de Mola como “un mercenario” que quiere hacer un escándalo a pesar de que él mismo estuvo y está “al servicio de la mafia del poder”, ya que era muy amigo de García Luna y del expresidente Felipe Calderón, y que incluso se atrevió a inventar, en contubernio con funcionarios de la Secretaría de Marina, el falso caso de la niña Frida Sofía que supuestamente había quedado atrapada en una escuela durante el terremoto de septiembre de 2017.
“Por más ataques que haya tenemos ese respaldo y no vamos a traicionar nunca al pueblo. Y acerca de nuestra honestidad, repetirles a nuestros adversarios qué es lo que estimo más importante en mi vida: que no me interesa el dinero y tampoco tengo tanto apego por el poder. El poder solo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás. El poder es humildad, es poder decir adiós en su momento”, afirmó.
Además, aclaró que no todo el que tiene dinero “es malvado”, ya que “quienes han hecho su patrimonio con esfuerzo, trabajo, de conformidad con la ley, merece respeto”. “Yo estoy en contra de la riqueza malhabida, me molesta, me indigna la corrupción, entonces vamos adelante a la transformación de México aunque no le guste a Claudio (X. González), a los que se sentían dueños de México y a la prensa vendida o alquilada y a los intelectuales orgánicos alcahuetes del régimen de corrupción”, explicó.
(Con información de AFP, EFE, RT)