Redacción / Atenas, Grecia
Mikis Theodorakis, el querido compositor griego cuya conmovedora música y su activismo político le valieron reconocimientos en el extranjero e inspiraron a millones en su país falleció este jueves. Tenía 96 años.
Su muerte en su casa del centro de Atenas fue anunciada por la televisora estatal y se produjo tras múltiples hospitalizaciones en los últimos años, en su mayoría por problemas cardíacos.
La prolífica carrera de Theodorakis, que comenzó a los 17 años, resultó en una amplia variedad de trabajos desde sombrías sinfonías a temas populares para televisión y bandas sonoras de películas como “Serpico”. Pero su salto a la fama fue en 1964 cuando compuso la música de la película “Zorba, el griego”.
Pero este imponente hombre, con sus característicos overoles de trabajo, su voz ronca y su cabello ondulado, es recordado también por los griegos por su firme oposición a los regímenes de la posguerra que le valieron ser perseguido y prohibieron su música.
Nacido el 29 de julio de 1925 en Quíos, en el Egeo, en una familia de origen cretense, Theodorakis es el autor de una obra gigantesca y el más célebre de los compositores griegos. Con los años, se convirtió en el símbolo de la resistencia en Grecia.
Activo con los comunistas durante el conflicto civil que estalló en Grecia tras la Segunda Guerra Mundial, fue deportado a la isla prisión de Makrónisos, donde fue torturado.
Theodorakis fue detenido desde el inicio de la dictadura de los coroneles, que comenzó el 21 de abril de 1967.
Durante la crisis financiera que afectó hace unos años a Grecia, se manifestó contra las medidas de austeridad impuestas por los acreedores del país (Banco Central Europeo, Unión Europea y Fondo Monetario Internacional).
(Con información de AFP, AP, Sputnik)