Redacción / Latakia, Turquía
Cinco días después de que dos poderosos sismos con unas horas de diferencia provocaran que miles de edificios se derrumbaran, dejando más de 28.000 muertos y a millones sin hogar en Turquía y Siria, los socorristas aún estaban extrayendo a sobrevivientes de entre las ruinas.
El número de muertos en Turquía y Siria ascendió este sábado a 28.191, mientras que 85.380 personas resultaron heridas en ambos países.
Turquía registra hasta ahora 24.617 fallecidos. A pesar que los rescatistas siguen trabajando, en las últimas 24 horas solo se han hallado con vida a 67 personas, entre ellas un bebé de dos meses, mientras que el número de cadáveres recuperados ha ido creciendo.
Se teme que miles de víctimas se encuentren aún bajo los escombros en Turquía. Entre los sobrevivientes la situación es muy complicada: un millón de personas se han quedado sin hogar en una amplia zona del sureste, según datos oficiales.
El recuento en Siria, por su parte, apenas ha cambiado respecto a la cifra que ofrecieron el viernes tanto el régimen de Bachar al Asad como el grupo de rescatistas Cascos Blancos, que operan en áreas opositoras en el noroeste del país árabe, donde la ayuda es limitada.
La cifra de muertos aquí es de 3.574, 2.166 de los cuales se han registrado en las áreas rebeldes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de cinco millones de personas se han visto afectadas en todo el país por el sismo, mientras que más de 300.000 se han quedado sin hogar en tan solo dos de las provincias azotadas.
En las áreas opositoras del noroeste sirio, los Cascos Blancos declararon este sábado el fin de las operaciones de búsqueda de sobrevivientes, después de no haber hallado a nadie con vida bajo los escombros desde el jueves.


Esperanza
Ibrahim Zakaria perdió la noción del tiempo y a veces quedó inconsciente durante los casi cinco días que estuvo atrapado entre los escombros de su casa tras un terremoto de gran magnitud que azotó Turquía y Siria esta semana.
El trabajador de una tienda de celulares de 23 años del pueblo sirio de Jableh sobrevivió con gotas de agua sucia y a la larga perdió la esperanza de ser rescatado.
“Dije: estoy muerto y será imposible que vuelva a vivir”, dijo Zakaria, que fue rescatado el viernes en la noche, a The Associated Press el sábado desde una cama en un hospital de la ciudad costera de Latakia, en donde su madre de 60 años, Duha Nurallah, también se recupera.
Aunque cada rescate provocaba abrazos y gritos de “¡Allahu akbar!” —“¡Dios es grande!”— de los agotados hombres y mujeres que trabajaban sin parar bajo temperaturas gélidas para salvar vidas, eran la excepción en una región cubierta por el dolor, la desesperación y creciente frustración.
Más de una docena de sobrevivientes fueron rescatados este sábado, incluida una familia en Kahramanmaras, la ciudad turca más cercana al epicentro del terremoto del lunes. Los socorristas llevaron a lugar seguro a Nehir Naz Narli, de 12 años, antes de regresar por sus padres.

En la provincia de Gaziantep, fronteriza con Siria, una familia de cinco miembros fue rescatada de un edificio derrumbado en la ciudad de Nurdagi, y un hombre y su hija de 3 años fueron extraídos de los escombros en el pueblo de Islahiye, reportó la cadena de televisión Haber Turk. Una niña de 7 años también fue rescatada en la provincia de Hatay.
En Elbistan, un distrito en la provincia Kahramanmaras, Melisa Ulku, de 20 años, y otra personas fueron sacadas de los escombros 132 horas después del sismo. Antes de que fuera llevada a un lugar seguro, la policía pidió a los presentes que no vitorearan ni aplaudieran para no interferir con las labores de rescate cerca de allí.
Un hombre de 44 años en Iskenderun, en la provincia de Hatay, fue rescatado tras 138 horas de calvario, reportó la estación de televisión turca NTV. Entre lágrimas, los rescatistas lo calificaron de un milagro, y uno de ellos dijo que no esperaban encontrar a nadie vivo, pero mientras excavaban vieron sus ojos y él dijo su nombre. En la misma provincia, la NTV también reportó que un bebé llamado Hamza fue encontrado vivo en Antakya 140 horas después del terremoto. De momento no estaban claros algunos detalles de su rescate, incluido cómo sobrevivió tanto tiempo.
No todos los intentos de rescate tuvieron un final feliz. Zeynep Kahraman, quien fue sacada de los escombros después de un espectacular rescate que tardó 50 horas, murió durante la noche en un hospital. El equipo alemán ISAR que la rescató estaba impactado y entristecido.
“Es importante que la familia se pudiera despedir, que se pudieran ver una vez más, que se pudieran volver a abrazar”, dijo un miembro del equipo de rescate al canal de noticias alemán n-tv.
Los rescates se llevaron a cabo en un momento en que aumenta la frustración por la respuesta del gobierno turco. El presidente turco Recep Tayyip Erdogan reconoció hace unos días que la respuesta inicial estuvo obstaculizada por el extenso daño a carreteras y otra infraestructura, lo cual complicó arribar a ciertos lugares. También dijo que la zona más afectada tenía 500 kilómetros de diámetro y 13,5 millones de residentes en el país.
Eso significa que los equipos de rescate han tenido que seleccionar cómo ayudar y en dónde.
Durante un recorrido el sábado por ciudades resultaron afectadas, Erdogan dijo que un desastre de esta magnitud era inusual y volvió a llamarlo el “desastre del siglo”.
Llega a Alepo, jefe de la OMS
El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, llegó este sábado a la ciudad siria de Alepo. El objetivo del funcionario es evaluar sobre el terreno la escasez de suministros en el país árabe.
El jefe de la OMS “llegó al aeropuerto de Alepo para recorrer algunos hospitales y centros de refugio con el ministro de Salud (de Siria, Hasan al Ghobash) y el gobernador regional”, precisó la agencia oficial SANA. “La visita de Ghebreyesus es importante para evaluar los daños causados por los terremotos”, dijo el ministro de Salud en declaraciones a SANA.
A su llegada, Ghebreyesus dijo que viajó con “unas 37 toneladas de suministros médicos de emergencia (…) Estamos muy contentos de poder venir con los suministros”.

“Este es el primer suministro que estamos enviando”, dijo el director de la OMS, que agregó que un segundo avión llegará a Siria en los próximos dos días con otras 30 toneladas de equipos y suministros médicos.
Ghebreyesus expresó preocupación por las secuelas del terremoto, especialmente la interrupción de los servicios básicos. “La gente está expuesta a enfermedades diarreicas y otros problemas de salud, especialmente problemas de salud mental”, dijo.
Hasta el momento, la OMS ha proporcionado esa ayuda a las áreas controladas por el gobierno de Bashar al Assad, mientras que este sábado el tercer convoy con ayuda humanitaria de la ONU llegó a las áreas opositoras del noroeste de Siria a través de un paso fronterizo con Turquía.
(Con información de AFP, AP, EFE)