Agencias / Glasgow, Escocia
Más de 100 países prometieron el martes poner fin a la deforestación en la próxima década, una promesa que según los expertos sería crucial para limitar el cambio climático pero que ya se ha hecho y roto en el pasado.
Gran Bretaña celebró el compromiso como el primer gran logro de la conferencia climática de Naciones Unidas en Glasgow. Sin embargo, los activistas dijeron que tenían que ver los detalles del pacto para determinar su impacto.
El primer ministro británico, Boris Johnson, instó este martes a proteger y “recuperar los bosques” a fin de detener la pérdida de biodiversidad en el planeta, al anunciar en la COP26 el compromiso de más de cien líderes internacionales para revertir la deforestación para 2030.
En la inauguración de un evento dedicado a “Bosques y Tierra” en la cumbre del clima de la ONU en Glasgow, Escocia, el líder conservador subrayó que “el cambio climático y la biodiversidad son dos caras de la misma moneda”, de modo que mientras se combate una, se debe proteger la otra.
Se han prometido más de 19 mil millones de dólares entre fondos públicos y privados para el plan, respaldado por países como Brasil, China, Colombia, República Democrática del Congo, Indonesia, Rusia y Estados Unidos.
En el acto intervino el presidente de Colombia, Iván Duque, que subrayó el compromiso de su Gobierno de declarar un 30 % del país área protegida para 2022, mucho antes de la meta general de 2030, “porque hay que actuar ahora”.
Duque explicó que Colombia ha aprobado “una ley de antideforestación” y ha convertido la protección de la biodiversidad “en una parte importante de la estrategia nacional”, mientras que sólo este año plantará 120 millones de árboles.
El gran anuncio de hoy en la COP26, presidida por el Reino Unido, es la firma por un centenar de líderes mundiales -de países que representan el 85 % de los bosques del planeta- de una declaración en la que se comprometen a “detener y revertir la deforestación y la degradación de la tierra” para 2030.
La financiación
La promesa de frenar la deforestación, suscrita por Colombia, Indonesia, Noruega, Australia, Brasil, China, Costa Rica, la Unión Europea, Ecuador, Honduras, Guatemala, Perú, Rusia, Turquía, Uruguay, Estados Unidos y Reino Unido, va acompañada de una financiación en la presente década para frenar la regresión de las masas forestales.
En concreto, adquirieron la obligación de desembolsar 12 mil millones de dólares de inversión pública (unos 10 mil 340 millones de euros), a la que se suman 7 mil 200 millones de dólares de inversión privada (unos 6 mil 200 millones de euros) para 2030, según informó el gobierno británico.
Esa cifra de inversión privada incluye 3 mil millones de dólares comprometidos a través de la iniciativa Finanzas Innovadoras para la Amazonia, el Cerrado y el Chaco (IFACC, por sus siglas en inglés) para acelerar la producción de soja y ganado libre de deforestación en América Latina.
Nuestros “pulmones”
Los Estados firmantes, que abarcan desde el norte de Canadá a la República Democrática del Congo, suman una superficie de 33,6 millones de kilómetros cuadrados de bosques, que son “los pulmones del planeta” pero que desaparecen a un ritmo de 27 campos de futbol por minuto, indicó el Gobierno británico en un comunicado.
Además, los máximos responsables de 30 grandes instituciones financieras, entre las que se cuentan Schroders, Axa, East Capital Group o NEI Investment, también se comprometen “a eliminar la inversión en actividades vinculadas a la deforestación”.
Tarde, pero se suma México
Y al final, México dijo ‘sí’ a terminar con la deforestación: el país se unió al acuerdo sobre la recuperación de los bosques del mundo.
“México entregó hoy su unión formal al llamado lanzado hoy para la declaratoria de bosques y uso de la tierra que se dio en el marco de la 26° Conferencias de las Naciones Unidas sobre el cambio climático”, detalló la Secretaría de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Y es que horas antes, México no apareció entre las 105 naciones firmantes del acuerdo que tiene como fin terminar con la deforestación.
La ausencia de México fue llamativa porque de acuerdo con Our World in Data, con corte a 2017, nuestro país alberga cerca de 66.08 millones de hectáreas de superficie boscosa, lo que lo ubica en el lugar número 11 a nivel mundial.
Lo que dicen los activistas
“Estamos encantados de ver a los pueblos indígenas mencionados en el acuerdo sobre bosques anunciado hoy”, dijo Joseph Itongwa Mukumo, miembro de la comunidad walikale y activista congoleño.
Pidió a los gobiernos y negocios que reconozcan la labor eficaz de las comunidades indígenas para prevenir la deforestación.
Los expertos advirtieron que en el pasado, acuerdos similares han resultado ineficaces.
Alison Hoare, investigadora sénior del grupo de estudios políticos Chatham House, dijo que los líderes mundiales prometieron en 2014 poner fin a la deforestación para 2030, “pero desde entonces la deforestación se ha acelerado en muchos países”.
Aún así, Luciana Téllez Chávez, investigadora medioambiental de Human Rights Watch, señaló que el acuerdo contenía “bastantes elementos muy positivos”.
La UE, Gran Bretaña y Estados Unidos están haciendo avances para restringir la importación de productos asociados a la deforestación y a abusos de los derechos humanos, “y es muy interesante ver a China y Brasil firmando un acuerdo que sugiere que ese es un objetivo”, señaló.
De todos modos, la investigadora señaló que las declaraciones públicas de Brasil todavía no se alinean con sus políticas internas y advirtió que algunos países podrían utilizar el acuerdo para lavar su imagen.
Iniciativa contra el metano
Por otra parte, 100 países se han sumado a la iniciativa de Estados Unidos y la Unión Europea para reducir las emisiones de metano.
Washington, respaldado por la UE, ha propuesto reducir las emisiones globales de metano en un 30 % para 2030. El metano es el segundo mayor gas antropogénico (originado por la actuación humana) que contribuye al calentamiento global, después del dióxido de carbono (CO2), y es responsable de “alrededor de medio grado” centígrado del aumento en la temperatura del planeta, según la Casa Blanca. Las principales fuentes de emisiones de metano están asociadas a la extracción de petróleo y gas natural y la industria ganadera.
A esta alianza se han sumado un centenar de países que, de cumplir el objetivo, permitiría limitar el aumento de las temperaturas en 0,2 ºC en 2050 y evitar 200 mil muertes prematuras, cientos de miles de ingresos hospitalarios de emergencia por asma y la pérdida de 20 millones de toneladas de cosechas al año, según los padrinos de la propuesta.
“Alrededor del 30% del calentamiento global desde la Revolución Industrial se debe a las emisiones de metano, y es uno de los gases que podemos cortar más rápido. Haciéndolo se ralentizará inmediatamente el cambio climático”, dijo en la presentación de la iniciativa la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen.
El metano (CH4) proviene principalmente de los vertederos, del sector ganadero y del energético, y es esta última área de actividad la que presenta “sin duda más potencial de reducción”, indicó Von der Leyen en la conferencia ofrecida en Glasgow.
“Alrededor de la mitad del calor que experimentamos” proviene de las emisiones de metano, resaltó el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para describir uno de los varios gases que provocan el efecto invernadero, como el óxido nitroso, el ozono troposférico, el vapor de agua o los gases fluorados, entre otros. Recordó que cuando se anunció la iniciativa el pasado mes de septiembre, sólo la UE y nueve países se habían sumado a ella, y ahora superan el centenar de socios como Colombia, Togo, Vietnam, Brasil, Canadá, Ecuador, Micronesia, Chile, Indonesia o Marruecos.
Pese a la ausencia de los tres grandes emisores que más arrastran los pies en la lucha climática, Rusia, la India y China, los países firmantes representan alrededor del 70% de las emisiones de ese gas. “Lo que hagamos entre ahora y 2030 va a tener un impacto significativo en que podamos o no cumplir nuestros compromisos a largo plazo”, señaló Biden, quien confió en que se pueda ir “más allá” de esa reducción esperada del 30% de las emisiones de CH4, que Estados Unidos tratará de disminuir en su sector agrícola y en sus gasoductos.
La organización Greenpeace consideró que esta iniciativa “debe ser el comienzo y no el final de la ambición de reducir este potente gas de efecto invernadero, que tiene veintiocho veces el potencial de calentamiento del CO2”, y lamentó que los firmantes no hicieran referencia a “la reducción de la carne o las promesas de cambiar la dieta de las personas en este compromiso”.
Daños, como si fuera una guerra
“Las heridas infligidas a nuestra familia humana por la pandemia del Covid-19 y el fenómeno del cambio climático son comparables a las resultantes de un conflicto mundial”. Así lo aseguró el papa Francisco este martes en un mensaje leído por el cardenal Pietro Parolin en la COP26.
El sumo pontífice subrayó además en la misiva, que los países ricos tienen una “deuda ecológica” pendiente con las naciones pobres por el “uso desproporcionado de los recursos naturales”. En este contexto, hizo un llamado a implementar una acción colegiada y previsora en la que las naciones muestren su solidaridad y cooperación por el bien de todos, especialmente de los más débiles.
(Con información de AFP, AP, EFE, Reuters, ONU, SRE)